El Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap) alertó que el primer año de clases presenciales en Venezuela tras la pandemia estuvo caracterizado por planteles deteriorados, graves fallas de servicios públicos, déficit de docentes y limitaciones en el programa de alimentación.
“Lo que caracteriza el retorno a clases presenciales es una profunda desigualdad entre los niños con escuelas con condiciones y oportunidades y aquellos que no las tienen. La brecha educativa es muy profunda: las familias van a la deriva” , dijo Carlos Trapani, coordinador del servicio jurídico de la organización.
El informe de la organización explicó que el 59% de las escuelas abordadas reporta daños de infraestructuras y fallas de electricidad, techos rotos o con agujeros, filtraciones, baños fuera de servicios, pinturas en mal estado, rejas, muros y paredes caídos, mobiliario roto, botes de aguas negras y otros desgastes.
“El 54% de los colegios aseguró tener un precario acceso al agua potable y el 89% registra déficit de educadores, especialmente en el área de ciencias”, dijo.
Por otro lado, manifestó que el 63% de estos centros educativos cubre la ausencia de profesores con personal jubilado o profesionales de otras áreas diferentes a la educación, pero con experiencia pedagógica.
Vanessa Moreno Losada, coordinadora de Comunicaciones en Cecodap, explicó que pocos planteles realizaron nivelaciones para los niños que llegaron con dificultades de lectoescritura o matemáticas.