Pregunta. ¿Por qué por las noches me invaden pensamientos negativos y cómo puedo controlarlos?
Por El Clarín
La secuencia es, a menudo, similar: nos disponemos a dormir, nos acostamos en la cama, e intentamos conciliar el sueño. Sin embargo, la mente no parece calmarse, sino todo lo contrario: nos invaden pensamientos negativos, en muchos casos tormentosos y hasta angustiantes.
Magnificamos las preocupaciones, las cosas parecen no tener solución y por supuesto que no nos quedamos dormidos, y de hecho puede pasar mucho tiempo hasta que lo logramos.
¿De qué se trata este tipo de insomnio? ¿Por qué es precisamente a la noche cuando estos pensamientos nos toman por asalto? ¿Se puede controlar la mente y dominar las preocupaciones?
Por qué aumenta la preocupación a la noche
Por un lado, suena evidente: el momento en el que se aquieta el movimiento, las ocupaciones y obligaciones, es también el momento en que nos enfrentamos con nuestra mundo interior. Cuando no hay donde mirar, miramos para adentro.
“Freud decía que a la noche, cuando se acaban los estímulos de la vía diurna, empiezan a aparecer las sensaciones internas de la propia mente, o sea, estamos más en contacto con nosotros mismos, por eso es habitual que los conflictos y los temores aparezcan a la noche”, plantea la psiquiatra y psicoanalista de Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) María Teresa Calabrese.
En palabras del psicoanalista y doctor en Filosofía Luciano Lutereau lo que se produce durante la noche es un “relativo abandono del mundo“.
“Uno deja las cosas para volver sobre sí mismo y esa regresión va de la mano también de cierta sobrecarga personal, del Yo, que hace que éste siempre regrese hacia instancias de relativa inmadurez, por eso por ejemplo hay personas que no tienen miedo de estar solos en una casa de día, pero sí de noche”, reflexiona.
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