El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este jueves con un descenso del 2,01 %, hasta los 94,36 dólares el barril, continuando la tendencia a la baja de las últimas jornadas, rota por el leve repunte de ayer de un 0,47 %.
A las 09.00 hora local de Nueva York (13.00 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en agosto restaban 1,94 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
Los inversores siguen digiriendo los últimos informes de la OPEP y de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que apuntan hacia una reducción de la demanda así como el repunte de la tasa de inflación de junio en Estados Unidos hasta el 9,1 %.
Según avanzó ayer la AIE en 2022 se consumirán de media 99,2 millones de barriles diarios, lo que supone un incremento del 1,8 % respecto a 2021 y una décima menos de lo que el organismo había anticipado en junio.
Los analistas justifican esta corrección por los últimos datos que evidencian que el consumo está siendo inferior de lo esperado en las tres grandes regiones de la OCDE (Europa, Norteamérica y Asia-Pacífico) y consideran que los elevados precios están teniendo un impacto.
“El informe de la AIE fue en general bajista, especialmente dado las decepcionantes cifras de demanda de los consumidores”, aseguraba hoy la firma Sevens Report en su informe diario.
Por su parte, la OPEP, en su informe mensual publicado el pasado martes pronosticaba un alza del 3,47 % en 2022 hasta 100,29 millones de barriles diarios y del 2,7 % en 2023 hasta 103 millones.
Ayer, se anunció que la inflación prosigue su ascenso imparable y en junio se situó en el 9,1 %, una tasa no vista desde 1981 y empujada, como viene siendo habitual en los últimos meses, por el encarecimiento de la energía y de los alimentos.
Cifras que confirman que los precios de consumo en Estados Unidos no muestran aún los efectos de la política monetaria restrictiva de la Reserva Federal (Fed) que lleva desde marzo pasado subiendo los tipos y piensa seguir haciéndolo hasta contener la inflación.
EFE