La británica Eliza Rose Watson parecía tener la vida perfecta. A los 23 años, ostentaba su título de psicóloga e imaginaba su futuro entre el diván y la docencia. Le gustaba salir con amigos y cada tanto aceptaba alguna propuesta de trabajo como modelo para ganar algunos dólares extra, sin pensar que ese mundillo daría vuelta sus sueños completamente.
Por: Clarín
El dinero, la noche, las fiestas, las adicciones. Su vida entró en un declive que no pudo controlar. El consumo de cocaína y alcohol se volvió cada vez más elevado y las consecuencias de esto se hicieron evidentes para todos los que la rodeaban.
“Tomaba vodka puro y whisky”, aseguró en diálogo con la agencia Jam sobre los inicios de su adicción. De pronto, esa vida de excesos le demandaba más dinero del que ella podía llegar a ganar así que empezó a robar.
“Todo el dinero que pude conseguir se destinó a conseguir alcohol o cocaína. También le quitaba cosas de la casa a mi propia madre hacía cualquier cosa con tal de tener algo de alcohol o drogas para consumir”.
A su vez, otros aspectos de su vida comenzaron a flaquear. “Hubo bastantes ocasiones en las que me pagaban antes de un trabajo y luego no aparecía o llamaba para informarme que estaba enferma y nunca volvía a hablar con ellos”.
Perder el rumbo?
Esa vida perfecta, que para el 2016 parecía envidiable, se destruyó. Eliza se quedó sin casa, se distanció de su madre y pasaba sus días durmiendo en casas de amigos o de personas que conocía de manera ocasional.
Sin dinero ni recursos, la joven salió a pedir monedas por las calles e incluso recurrió a Facebook para que alguien la invitara a tomar un trago. “Inventé que había una araña en mi casa y un hombre se ofreció a ayudarme. Le dije que me invitara un trago y fui a su casa en medio de la noche”.
“Probablemente pensó que iba a conseguir una cita, pero yo sólo lo escuché despotricar sobre política”, contó al recordar el día en que sintió que había tocado fondo.
Resurgir
A los pocos días se encontró con una amiga que le insistió para ir a un encuentro de Alcohólicos Anónimos: “Ella apareció un día y yo estaba tan cansada de todo lo que me pasaba que fui con ella”.
“Yo ya no podía sobrellevar la situación”, admitió. “Para ese entonces había hecho varios intentos de suicidio, también pasé tiempo en el hospital y estuve bajo custodia policial. Sabía que no podía seguir así”.
Eliza había dado el paso más importante, entendió que dependía de ella que ese infierno llegue a su fin y tuvo la constancia que necesitaba para salir adelante. Asistió a todas las reuniones de AA y siguió el programa de 12 pasos para la recuperación.
Nueva vida
En su nueva vida, la joven se apartó de aquel pasado oscuro y salió a buscar un nuevo empleo. Volvió a sus inicios y quiso ser maestra de niños de 2 y 4 años, donde podría aplicar sus conocimientos en psicología infantil.
“Los niños son esponjas a esa edad. Me encantó verlos desarrollar sus habilidades sociales y ver crecer su confianza. El trabajo era perfecto, pero no ganaba suficiente dinero”, explicó sobre el último vuelco que le dio a su vida.
“Quería poder devolverle a mi madre el dinero en efectivo que le había robado a ella y a otros, y poder sostenerme con mis propios pies”. Decidió volver al modelaje, pero esta vez de manera personalizada, manteniendo la distancia de la industria, de las fiestas y las malas influencias.
OnlyFans, su salida
Así, lanzó su página en Only Fans, donde comenzó a vender fotos y videos directamente hacia sus seguidores. Empezó en diciembre del 2019 y para febrero de 2020, ya estaba ganando 2.000 libras esterlinas por mes (unos 2.800 dólares).
Un mes más tarde, cuando la pandemia de coronavirus tuvo al mundo entero encerrado en cuarentena, sus ingresos explotaron y pasó a ganar más de 100.000 por mes (140.000 dólares).
Aumentó el tiempo que pasaba charlando con los fanáticos en el sitio y según confesó llegó a trabajar alrededor de 16 horas al día. Y desde entonces ya superó el millón de libras en ganancias.
“Creo que la salud mental de todos se vio afectada durante el encierro, pero tener a Only Fans en los que concentrarse y trabajar me mantuvo cuerda y sobria”, aseguró y destacó que también la ayuda a estar saludable.
“Siempre he sido delgada, pero desde que me recuperé de la adicción me encanta mantenerme en forma y sana. Hago ejercicio seis días a la semana y como de manera saludable, quiero que mi cuerpo esté fuerte”.
Además, asegura que se involucra con sus seguidores desde otro plano. “No lo hago solo para estar en forma y ganar dinero con el sitio, me encanta poder hablar con mis fans”, destacó.
“Tengo entre 10 y 15 personas habituales con las que hablo todos los días. A pesar de lo que mucha gente piensa de Only Fans, no todo es charla sexy. Hablamos de todo, como sus familias e hijos. Mi título en psicología definitivamente es útil”.
Asegura que su vida cambió completamente al igual que sus vínculos con sus seres cercanos: “Sobre todo, me encanta poder estar allí para mis amigos y mi familia ahora”.
“Fui inestable durante tantos años mientras era adicta, siempre cancelando planes y decepcionando a la gente. Ahora, si mi familia o mi madre me necesitan, puedo estar ahí para ellos”.