“Si los hombres supieran lo difícil que es traer a los niños al mundo no empezarían las guerras”. El lema que se usó durante un flashmob pacifista de algunas famosas ucranianas al inicio de la invasión rusa subraya que la guerra se considera tradicionalmente un mundo de hombres.
Por 20Minutos
Pero no es cierto. Ya había mujeres en el ejército de Atenas y Esparta cuatro siglos antes de Cristo. Por no hablar de las guerreras en las campañas militares de Alejandro Magno. Durante la Segunda Guerra Mundial las mujeres ya estaban presentes en las fuerzas armadas de muchos países y el ejército soviético, por ejemplo, contaba con un millón entre médicos, tanquistas y francotiradoras. En su libro La guerra no tiene rostro de mujer, Svetlana Aleksievich, ganadora del Nobel de literatura, contaba sus historias como nadie lo hizo antes (o no se atrevió a hacerlo).
La guerra de Ucrania también muestra la evolución hacia cierta igualdad marcial: la quinta parte del ejército ucraniano son mujeres, los medios ucranianos las entrevistan porque las consideran heroínas nacionales, una popularidad merecida pero que deja titulares dudosos: “No solo guapas sino también valientes”, se leía estos días en la prensa del país.
Las modernas soldadas Jane no solo cuentan su experiencia, comparten sus reflexiones y se convierten en estrellas con miles de seguidores en las redes. También inventan su propia forma de luchar. Como la artillera y tiktoker de 23 años apodada Princesa que ha eliminado a decenas de soldados enemigos con su cañón autopropulsado pintado de rosa.
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