La Corte Suprema de Israel dio este jueves su visto bueno a revocar la ciudadanía a los condenados por terrorismo, una decisión que se toma después de que este año hubiera dos ataques mortales en el país cometidos por ciudadanos árabes-israelíes.
El tribunal validó que se puede derogar la ciudadanía a todos aquellos que cometieron “actos que suponen un abuso de confianza hacia el Estado de Israel, tales como un acto de terrorismo, de traición o espionaje grave”, informó la corte en un comunicado.
La condición de ciudadano también se puede retirar si alguien adquiere “ciudadanía con derecho a residencia permanente en un Estado o territorio hostil”, según el dictamen.
Esta medida se puede tomar pese a que la persona a la que se le derogue la ciudadanía no tenga otra nacionalidad. En este caso, el Ministerio de Interior deberá proporcionarle permiso de residencia en Israel.
El fallo se produce en respuesta a dos peticiones presentadas al tribunal que solicitaban la revocación de ciudadanía a dos árabes-israelíes condenados a prisión por ataques cometidos en el pasado, que ahora perderán su estatus de ciudadano.
Uno de ellos colocó un artefacto explosivo en un autobús en Tel Aviv que provocó 24 heridos en 2012, mientras que el otro cometió un ataque con arma blanca en 2015 que causó heridas a cuatro personas.
Políticos del espectro derechista israelí dieron la bienvenida al dictamen. Muchos de ellos ya habían instado este año a la Justicia a validar la revocación de ciudadanía, tras haber dos ataques mortales este marzo cometidos por miembros de la comunidad árabe-israelí.
“La Corte Suprema ha confirmado lo obvio: cualquiera que actúe deliberadamente para causar daño al Estado de Israel no puede ser parte de su comunidad de ciudadanos”, dijo la ministra de Justicia en funciones, Ayelet Shaked.
Sin embargo, esta se mostró crítica por el hecho de que el fallo establezca que se debe otorgar la residencia a aquellos a los que se revoca la ciudadanía.
EFE