El papa Francisco es esperado este domingo en Canadá para una “peregrinación penitencial” durante la cual pediría perdón a los indígenas sobrevivientes de abusos cometidos en escuelas residenciales dirigidas por la Iglesia Católica.
El pontífice argentino, de 85 años, espesperado en Edmonton, oeste de Canadá, a las 11H20 locales (17H20 GMT), iniciando la primera de las tres etapas de su viaje.
Francisco se dirigirá luego a Quebec e Iqaluit, la capital del territorio de Nunavut, ciudad del norte del país, sobre el archipiélago ártico, antes de emprender el retorno, el viernes.
Previo a su partida de Roma, el papa envió un mensaje en Twitter a sus “queridos hermanos y hermanas de Canadá”.
“Vengo entre ustedes para reunirme con los pueblos autóctonos. Espero que, con la gracia de Dios, mi peregrinación penitencial pueda contribuir al camino de reconciliación ya iniciado. Por favor, acompáñenme con la oración”, escribió.
La visita de seis días será esencialmente consagrada a las poblaciones amerindias autóctonas que hoy representan el 5% de los habitantes de Canadá y que se identifican en tres grupos: Primeras Naciones, Metis e Inuit.
Estos últimos fueron sometidos durante décadas a una política de asimilización forzada, fundamentalmente a través de un sistema de pensionados para niños, subvencionados por el Estado pero administrados en su gran mayoría por la Iglesia.
Alrededor de 150.000 niños autóctonos se matricularon desde finales del siglo XIX hasta la década de 1990 en 139 escuelas residenciales, donde pasaron meses o años aislados de sus familias, su idioma y su cultura.
Muchos de ellos fueron abusados física y sexualmente por directores y maestros y hasta 6.000 murieron por enfermedad, desnutrición o negligencia.
Canadá está abriendo paulatinamente los ojos a este pasado calificado como “genocidio cultural” por una comisión nacional de investigación.
– “Demasiado tarde” –
“Esta visita histórica es una parte importante del recorrido de sanación”, pero “queda mucho por hacer”, dijo el jueves George Arcand Jr., Gran Jefe de la Confederación de las Primeras Naciones del Tratado 6, en Edmonton.
El pontífice argentino, que planea reiterar las disculpas presentadas en Roma a las delegaciones canadienses que lo visitaron en abril, podría igualmente efectuar algunos gestos simbólicos, como la restitución de objetos de arte indígenas conservados en el Vaticano desde hace décadas.
El domingo por la mañana, la ciudad de Edmonton se preparaba para recibir a Francisco, que el sábado debió usar una plataforma elevadora para abordar su avión en silla de ruedas.
Con más de diez horas de vuelo, se trata del viaje más largo emprendido por el papa desde 2019.
Tras un día de descanso el domingo, Francisco se reunirá por primera vez con miembros de los pueblos indígenas el lunes por la mañana en Maskwacis, provincia de Alberta, unos cien kilómetros al sur de Edmonton, donde se esperan hasta 15.000 personas.
Alberta fue la provincia con mayor número de internados.
“Me gustaría que viniera mucha gente” para “que se den cuenta de que nada es inventado”, dijo a la AFP Charlotte Roan, de 44 años, residente en esta comunidad pobre.
Otros tienen una mirada amarga sobre esta visita. “Para mí, llega demasiado tarde porque mucha gente ha sufrido”, lamenta Linda McGilvery, una residente de 68 años en los alrededores de Saint-Paul (200 km al este de Edmonton), que pasó ocho años de su infancia en un internado.
“Perdí mucho de mi cultura, de mi ascendencia”, lamenta esta mujer de la Nación Cree de Saddle Lake que no irá a ver al papa.
El lunes por la tarde, el líder espiritual de 1.300 millones de católicos tiene previsto pronunciar un segundo discurso en la Iglesia del Sagrado Corazón de los Primeros Pueblos de Edmonton.
Y el martes celebrará una misa en un estadio de Edmonton donde unas 65.000 personas son esperadas, antes de dirigirse al lago Sainte-Anne, sitio de una importante peregrinación anual, donde se reunirá con antiguos alumnos de la escuela residencial, antes de volver a Roma.
Francisco es el segundo papa en visitar Canadá, tras Juan Pablo II.
AFP