Que los problemas de salario en los trabajos afectan la salud mental en diferentes grados es una verdad a voces. Pero una nueva investigación va más allá con una conclusión: pasar al menos una década en un empleo mal pago podría representar un mayor riesgo de demencia.
Por: Clarín
Científicos de la Universidad de Columbia en Nueva York (EE.UU.) descubrieron que las personas con carreras mal pagadas sufren un deterioro cognitivo más rápido, que a menudo es un preaviso de la “locura”.
Trabajo, sueldo y demencia
El estudio comparó los ingresos de casi 2.900 adultos durante sus 50 años con la forma en que su cerebro envejeció con el tiempo en el país.
Las personas a las que se les pagaba menos de dos tercios del salario medio sufrieron una pérdida de memoria más rápidamente que sus compañeros con un salario mucho mejor.
Dichos trabajos pagarían alrededor de U$$ 27.000 en los Estados Unidos., según sugieren los datos y difunden medios locales.
Basta con empezar a hacer cuentas en cada país para llegar a la certeza de que ante un salario medio aún menor, las consecuencias podrían resultar más complejas. Claro está, en caso de trasladar resultados más que experiencias, ya que existen múltiples factores que entran en juego.
Qué empleos quedaron en la mira
Los empleos que quedaron en el ojo de la tormenta a partir del estudio en EE.UU. y comparten en otras latitudes como el Reino Unido son trabajadores de limpieza, de casas de comida rápida y auxiliares de docentes, informa el Daily Mail.
Se cree que unas 6 millones de personas viven con demencia en el país presidido por Joe Biden, y se espera que las tasas aumenten con el envejecimiento de la población, dicen las organizaciones benéficas.
Cómo se hizo el estudio y resultados
El estudio, publicado en el American Journal of Epidemiology, analizó los salarios ganados por casi 3.000 personas entre 1992 y 2004.
Todos los participantes, que tenían 50 años cuando comenzó el proyecto, se dividieron en tres grupos en función de sus ingresos: los que siempre ganaron salarios bajos durante el período, los que a veces lo hicieron y los que nunca.
Después, los investigadores utilizaron pruebas de memoria para examinar qué tan rápido había disminuido su velocidad cerebral entre 2004 y 2016.
Los resultados mostraron que aquellos con salarios bajos constantes durante el mejor momento de sus carreras tenían un deterioro cognitivo significativamente más rápido en los años posteriores.
Aquellos con salarios más bajos a lo largo del período de 12 años vieron un 10 % más de disminución que aquellos con mejores salarios.
De acuerdo al cálculo de los expertos, fue el equivalente al envejecimiento de su cerebro en aproximadamente un año más en el transcurso de una década.
Alerta a otros factores
La doctora Katrina Kezios, científica principal del estudio, sostuvo: “La exposición sostenida a salarios bajos durante los años de ingresos máximos se asocia con una disminución acelerada de la memoria más adelante en la vida”.
De todas maneras, en rigor, el estudio no describió las razones por las que los salarios bajos están relacionados con el deterioro cognitivo, que provoca pérdida en la memoria, el lenguaje y las habilidades para resolver problemas. El deterioro cognitivo grave causa demencia.
Pero surgió otra arista indirecta a tener en cuenta, y es que las personas con salarios bajos viven vidas menos saludables. Esto implica, aunque no de forma terminante, una dieta deficiente, fumar y beber en exceso.
Las personas con ingresos más bajos también tienden a tener peor salud cardiovascular y altas tasas de diabetes, que son otros factores de riesgo para la demencia, amplía el medio británico.
“Nuestros hallazgos sugieren que las políticas sociales que mejoran el bienestar financiero de los trabajadores con salarios bajos pueden ser especialmente beneficiosas para la salud cognitiva”, aseveró la autora principal, la doctora Adina Zeki Al Hazzouri.
Y destacó para tener en cuenta: “El trabajo futuro debería examinar rigurosamente el número de casos de demencia y el exceso de años de envejecimiento cognitivo que podrían prevenirse en diferentes escenarios hipotéticos que aumentarían el salario mínimo por hora”.