El Gobierno Interino de la República Bolivariana de Venezuela condena ante la opinión pública nacional e internacional la concreción de una farsa judicial en contra de 17 venezolanos que hoy incrementan la lista de presos políticos.
Por CCN
El pueblo de Venezuela está consternado, pero no sorprendido por la sentencia dictada contra nuestro hermano diputado Juan Requesens, el ex-comisionado presidencial de Relaciones Exteriores Julio Borges, el general Héctor Hernández Da Costa, el teniente coronel Pedro Zambrano y los presos políticos Emireldis Benítez, Yolmer Escalona y José Eloy Rivas, así como todos los acusados en esta nueva farsa judicial.
En Venezuela no hay Estado de Derecho, por lo tanto, ninguno de los condenados recibió un juicio justo en un proceso irrito, plagado de irregularidades, dirigido por la operadora judicial del régimen la jueza Hennit Carolina López Mesa, quien debe ser señalada y condenada por el mundo entero.
Expresamos nuestra mayor solidaridad con el diputado Juan Requesens, quien ha sido objeto de una injusta, aberrante y humillante retaliación por el mero hecho de negarse a rendirse en la lucha por devolverle la democracia a nuestro país. Nuestro mayor sentimiento de apoyo está con él, con su valiente familia Juan Requesens Gruber, Paula Martínez y Rafaela Requesens; y con su abogado, Joel García, quienes no han descansado por un instante en su esfuerzo y sacrificio por traer de vuelta a la libertad a quien no ha debido carecer de ella ni un minuto.
De igual forma, queremos expresar nuestra solidaridad con el diputado Julio Borges, a quien la dictadura nuevamente pretende perseguir con una nueva ilegal solicitud de extradición; y con la periodista Carla Angola quién el día de hoy también ha sido víctima de la persecución judicial del régimen de Maduro.
Éste es un lamentable recordatorio de que no existe forma de normalizar un país en el que la libertad está en riesgo por defender ideales democráticos.
Nuestra causa continuará siendo la de abogar, no por una burbuja temporal que alivie la situación de unos pocos privilegiados, si no por una verdadera recuperación institucional del país.
Llamamos al país a elevar la voz y asumir con convicción las palabras de Juan Requesens: yo me niego a rendirme.
Nosotros tampoco lo haremos.