Desde afuera todo se ve normal. El panorama cambia al subir las escaleras para llegar a la entrada. Las paredes son el reflejo del tiempo, el sol, la lluvia. El techo también muestra otra situación: el abandono, la falta de impermeabilización… Ese es también el reflejo de muchos colegios. La falta de recursos, presupuesto e inversión.
Por Pableysa Ostos / Corresponsalía laptilla.com
El colegio Fe y Alegría de Puerto Ordaz, estado Bolívar, alberga a más de 900 estudiantes. Desde educación inicial hasta sexto año. Las carencias son muchas, unas más costosas que otras, pero la más grave es, sin duda alguna, las condiciones del techo.
Según lo señalado por Fiorella Guzmán, representante de la institución, deben impermeabilizar 4.923,6 metros cuadrado. Hace dos años el presupuesto era 18.000 dólares, pero actualmente ya asciende a los 30.000 dólares.
“En nuestro caso, la maestra de mi hija es asmática, y hubo que reubicarla en otro salón, tanto a ella como a los estudiantes por esa misma situación. Se vienen pedazos del techo, el polvo, etc.”, denunció Guzmán.
La mujer también señaló que, aunque la directora del plantel ha realizado las gestiones pertinentes, siguen sin contar con la ayuda necesaria para solventar la problemática.
Preocupante
Por su parte, un docente de la escuela, con más de 10 años de servicio, aseveró que “estamos afrontando una situación bastante crítica, en cuanto a la infraestructura de la institución“.
Detalló que “hay filtraciones por de más. Los baños no sirven. No tenemos filtros de agua. Y a eso le sumamos que como docentes estamos atravesando una situación en contra del Ministerio de Educación que nos está pagando unas vacaciones bastante paupérrimas y nos está quitando nuestro derecho a tener unas vacaciones dignas”.
El profesor sumó que algunos de los laboratorios lamentablemente no se encuentran en funcionamiento por falta de recursos, fallas de equipos y otros factores que impiden su habilitación. “Es necesario que el gobierno nacional se entere de lo que está sucediendo para que den soluciones”.
“Hay humedad, ya no tenemos el espacio de la biblioteca por ese problema. Causa enfermedades de tipo respiratorio y eso está afectando a estudiantes, docentes. Aquí falleció una profesora que trabajaba en uno de los laboratorios, producto de la humedad más su condición física, su estado de salud se agravó y falleció por estar expuesta a ese tipo de ambiente“, agregó el docente.
Tanto el personal como los representantes hicieron un llamado a entes públicos o privados para que se aboquen a la problemática y les aporten un granito de arena para atender el problema del techo. Temen que la temporada de lluvias agrave aún más la situación.