El líder formal de la República Popular de Donetsk, controlada por Rusia, Denis Pushilin, anunció ayer que se esperaba que los trabajadores de Corea del Norte llegaran «pronto» para ayudar en las «grandes obras de construcción» en el territorio. Pushilin dijo que las negociaciones estaban en curso e indicó que era posible que los primeros trabajadores pudieran llegar «a finales de año». El embajador ruso en Corea del Norte, Aleksander Matsegora, anunció anteriormente que Pyongyang accedió a participar en las obras de reconstrucción en los territorios ucranianos ocupados. Llamó a los trabajadores norcoreanos «capaces de trabajar en las condiciones más difíciles».
Por La Razón
Según el periódico ucraniano «Focus», algunos trabajadores norcoreanos ya han trabajado en Rusia, enviados allí por el régimen para ganar el dinero que necesita para financiar sus programas de desarrollo de misiles. Corea del Norte es uno de los pocos países que han reconocido la independencia de las así llamadas «repúblicas populares» de Donetsk y Lugansk autoproclamadas y controladas «de facto» por Rusia en la región de Donbás. Solo Rusia, Siria, así como los territorios no reconocidos de Osetia del Sur y Abjasia, han reconocido la independencia de los pequeños Estados.
El periodista ruso Igot Korotchenko también difundió el rumor de que 100 .000 soldados norcoreanos podrían unirse a la invasión rusa de Ucrania. Hablando en el «Piervy Kanal» de propiedad estatal de Rusia, Korotchenko elogió la «riqueza de experiencia bélica en contrabatería» del Ejército de Corea del Norte, presumiblemente en el contexto de los recientes ataques con cohetes de Ucrania contra múltiples objetivos en las áreas ocupadas. Si bien es impresionantemente grande, con 1,3 millones de efectivos, el Ejército de Corea del Norte opera principalmente equipo militar obsoleto, según el CFR en Nueva York.
El centro para contrarrestar la desinformación del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania calificó la afirmación de «falsa» y mencionó una serie de razones para pensar así. Señala el inmenso desafío logístico de transportar una cantidad tan grande de soldados a10.000 kilómetros de distancia, lo que llevaría al menos cinco meses, incluso si no se incluye el equipo militar. La incorporación de una gran fuerza que no hable ruso con un nivel de entrenamiento desconocido aumentaría el desorden y los problemas de coordinación que ya están presentes en el Ejército. Por último, es posible que Rusia se esté quedando sin equipo militar de alta calidad para entregar a sus soldados, con lo que la eficiencia de las tropas potenciales se vuelve aún más cuestionable.
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