A los 99 años, Marguerite Koller, residente de Blue Bell, Pennsylvania (EE UU), es todo un prodigio debido a su descendencia: 11 hijos, 56 nietos y ahora, 100 bisnietos, para ser exactos.
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Tal y como recoge la NBC, Koller era hija única. Se casó con su esposo, William, en 1942 después de decidir no unirse a un convento. Luego hicieron crecer su familia hasta límites poco vistos.
Esta familia ahora tiene cuatro generaciones vivas, un número extremadamente grande de personas para sentarse alrededor de la mesa en Navidad.
La nieta de Koller y madre del bisnieto número 100, Christine Balster, llamó a su nuevo hijo Koller en honor a la bisabuela. El bebé también honra al abuelo de su madre con su segundo nombre, William.
“A mi esposo le gustaba el nombre de Kole, y me pareció muy natural nombrarlo Koller y William como segundo nombre”, dijo Christine Balster. “Y entonces siempre podemos llamarlo Kole si queremos”, añadió.
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