Yulimar Rojas es la diosa del estadio. Quizás no haya mejor atleta femenina en el mundo. No hay mujer en el mundo y en la historia que haya llegado más lejos con tres saltos en swing que Yulimar Rojas (Caracas, 26 años), campeona olímpica, seis veces campeona mundial, imbatible e imbatible. récord de mujer, 15,74 metros. Los otros, una sombra lejana; y la vida, la música.
Por: El País
Durante un entrenamiento al aire libre, su cajón resuena a todo volumen en el estadio de Guadalajara; cuando va al gimnasio, de sus auriculares sale sin parar salsa, reggaeton, guaracha, cumbia. Óscar d’León y su dimensión latina, Justin Quiles, Chimbala, y ella agarra mancuernas, las pesa y las maneja como maracas, y sus sentadillas son pasos de baile. Quien visita su Instagram está esperando y encuentra a Yulimar todos los días bailando, cantando y en los estadios la gente se levanta cuando salta y baila con ella, cuando rompe un récord, cuando celebra un triunfo, cuando respira.
Pregunta. qué es música
Respuesta. Siempre he sido una mujer súper feliz, súper feliz con la vida, con lo que hago, con lo que me emociona. La música es una pasión y me acompaña en todo momento, ya sea en casa, relajando, calmando, calmando, concentrando, haciendo ejercicio,… para hacer todo en mi día a día. Solo el hecho de sentir esta sensación de ritmo y movimiento me da vida, eso que entra en mi cuerpo y en mi ser y me da alegría.
P Tan necesario para ti como el oxígeno lo es para la vida, parece…
R Por supuesto. Crecí con la música. Mi madre, mi padre, mi familia son gente muy alegre y desde pequeña siempre ha habido ritmo, música y gusto en casa. También me gusta cantar… y no se me da muy bien, jajaja, no se me da muy bien, pero no me importa. Es parte de mí, parte de mi experiencia diaria. Y a veces piensas en la familia o en la gente que extrañas y tienes lejos porque todos siguen en Venezuela. Entonces me pongo sentimental y empiezo a escuchar boleros oa cantar. Y vallenatos también, porque es el género que identifica a mi familia.
P Sin embargo, cuando casi llegaste chica a España hace siete años, eras una deportista tímida, hasta parecía que te daba miedo hacer ruido… Y ahora disfrutas siendo la diosa del estadio.
R Fue un período de mi vida en el que me escondía de la gente, me avergonzaba que me vieran bailando o haciendo algo que realmente me identificara. No lo hice por miedo a la gente o al qué van a decir o si lo estoy haciendo bien o si se burlarán de mí y esas cosas. Esto me creó como una especie de trauma al principio…
P Y sobrevivió…
R Lo hice con la música, con la pasión en lo que hago, en lo que me conviene, con el deporte, con la combinación de ambos. Me inspiró, me ayudó a empoderarme, me dio más confianza. Me ha dado más confianza en quién soy y en lo que me hace sentir, y lo más importante, me ha hecho quien soy. Siempre he tratado de reflejar mi esencia, mi vida y mi naturalidad. No me gusta pretender ser algo que no soy y siempre intento ser yo mismo y no perder esa luz que me acompaña y brilla. Todo el tema de la música fue un gran bastión para mí.
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