El fútbol está lleno de decisiones dolorosas, algunas de ellas cuestionables y otras que no admiten lugar a duda. El asunto Casemiro y el interés del Manchester United por fichar al mediocentro pertenece al primero de los grupos anteriormente citados. La operación sigue abierta y alrededor de ella muchas incógnitas, pero la certeza de que solo abandonará el Real Madrid si tanto club como jugador llegan al convencimiento de que es lo mejor para las dos partes. Hay mucho dinero de por medio y ahora toca el momento del estudio antes de la toma de la decisión.
En lo futbolístico poco se puede decir en contra del brasileño. Jugador fiel, leal y por encima de la media en cuanto a rendimiento. Nadie duda de lo hecho por Casemiro. Ancelotti le quiere, la entidad le quiere, el vestuario le aprecia, pero… el mercado es una parte más del fútbol y la propuesta ha llegado en un momento idóneo para por lo menos ser estudiada.
Las preguntas se suceden. ¿Está amortizado un jugador por el que se pagó 6 millones en 2014 tras lograr una cesión milagrosa? Sin duda. ¿Puede seguir rindiendo al máximo nivel? Sin duda. ¿La oferta es importante para club y jugador? Sin duda. ¿Hay sustituto en Tchouaméni? Sin duda. ¿Quiere salir Casemiro y quiere vender el Real Madrid? Ahí aparece el debate.
Casemiro no ha cerrado la puerta a una posible salida. Estudia todo lo que sucede alrededor del Manchester United. Analiza al detalle si el club inglés podrá recuperar su esplendor de una manera inmediata. Valora la ausencia de Champions en la presente temporada y lo que supondría en verse fuera de una competición que forma parte de su vida cotidiana. Todo está metido en una coctelera y la solución se conocerá pronto. Sabe, eso sí, que en cualquier caso cuenta con el respaldo de afición, técnico, club y compañeros.
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