Rusia bloqueó este viernes un acuerdo en la décima conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, por cuestiones vinculadas a su invasión en Ucrania y la toma de la central de Zaporizhzhia, así lo reseñó INFOBAE.
Tras casi un mes de discusiones y después de alargar durante varias horas la última jornada en busca de un consenso, la conferencia se cerró sin aprobar su documento final por las objeciones rusas.
La resistencia de Moscú se produce en un momento en el que la guerra de Ucrania ha vuelto a hacer temer con un conflicto nuclear, la comunidad internacional fue incapaz de pactar unos mínimos en esta reunión, considerada una cita clave para los esfuerzos de desarme atómico.
La delegación del Kremlin fue la única que tomó la palabra en la sesión final para oponerse al último borrador presentado por el presidente de la conferencia, el argentino Gustavo Zlauvinen, que el resto de los 191 países firmantes del TNP estaban dispuestos a aceptar.
Rusia aseguró que, de todo el extenso documento, sólo tenía problemas con cinco párrafos que consideraba “politizados”.
Aunque no señaló específicamente cuáles, según fuentes diplomáticas el desacuerdo en estas últimas horas se había centrado en las menciones a la situación en la central ucraniana de Zaporizhzhia y a la necesidad de que su control vuelva a las autoridades competentes.
La planta de Zaporizhzhia, la mayor de Europa, fue tomada por tropas rusas al inicio de la guerra y en los últimos días ha sido objeto de repetidos ataques -de los que Moscú y Kiev se acusan mutuamente- que han hecho saltar las alarmas ante un posible desastre.
La amplia declaración final que se venía negociando como conclusiones de la conferencia repasaba la aplicación del TNP y marcaba prioridades para el futuro en un momento en el que la propia ONU advirtió que el riesgo de un conflicto nuclear está en su punto más alto en décadas.
“Nos encontramos en un momento de la historia en el que nuestro mundo está cada vez más golpeado por conflictos y, lo más alarmante, la creciente perspectiva de lo impensable: una guerra nuclear. En este momento, es imperativo que busquemos amplificar lo que nos une, no lo que nos divide”, señaló el presidente de la conferencia minutos antes de que Rusia bloquease el texto.
Aunque la guerra en Ucrania hizo de esta una reunión especialmente complicada, no es la primera vez que la revisión periódica del TNP se cierra sin consenso, ocurrió en la última edición, celebrada hace siete años.
La planta de Zaporizhzhia requiere energía para hacer funcionar los sistemas de enfriamiento vitales de los reactores. Una pérdida de refrigeración podría conducir a una fusión nuclear.
Ukrenergo, el operador del sistema de transmisión de Ucrania, informó este viernes que dos líneas principales dañadas que suministran electricidad a la planta habían reanudado su funcionamiento, lo que garantiza un suministro de energía estable.
La agencia de energía nuclear del país, Energoatom, dijo que la planta había sido reconectada a la red y estaba produciendo electricidad “para las necesidades de Ucrania”.
Entretanto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, advirtió este jueves que “cada minuto que pasan las tropas rusas en la central nuclear de Zaporizhzhia aumenta el riesgo de un desastre radioactivo global”, por lo que instó al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y a otras organizaciones a moverse “mucho más rápido” para proteger estas instalaciones.
Zelensky recordó que la central se desconectó este jueves de la red eléctrica ucraniana “por primera vez en la historia”, después de una escalada de tensiones en la zona de la que ambas partes se culpan de ejecutar bombardeos.
Los protocolos de emergencia en la planta nuclear funcionaron, pero Zelensky recordó que si no se hubiesen activado los generadores alternativos, habría habido una fuga radioactiva. “Rusia ha puesto a Ucrania y a todos los europeos en una situación en la que estamos a un paso del desastre”, señaló.
El mandatario ucraniano señaló que, por parte de Kiev, se está haciendo “todo lo posible” para prevenir “un escenario de emergencia”, pero admitió que puede no ser suficiente: “No sólo depende de nuestro país”, añadió.
“Puede hacerse en cuestión de días, antes de que los ocupantes lleven la situación a un punto irreversible. Y es más fácil hacerlo ahora que después, cuando el viento comience a esparcir la radiación por toda Europa”, sentenció.
Con información de EFE, Europa Press y AFP