La organización de defensa de los Derechos Humanos Amnistía Internacional (AI) lamentó el resultado del referéndum de este domingo en Chile y afirmó que el rechazo de la nueva Constitución propuesta a consulta “es solo una etapa de un proceso constituyente que debe continuar”.

En un comunicado difundido este lunes, la ONG subraya que Chile “deberá continuar construyendo el proceso para una nueva constitución y así convertirse en un referente en materia de derechos humanos”.

“Lamentamos que el resultado del plebiscito resultase en el rechazo de una nueva Constitución, que tenía la oportunidad de mejorar las condiciones de vida de todas las personas en Chile y avanzar hacia mayores niveles de justicia”, afirmó.

“Sin embargo, celebramos los esfuerzos que se han dado para construir un país más justo y libre, y confiamos que este proceso continuará hasta tener un marco constitucional acorde a las necesidades de todas las personas en el país. Jamás dejaremos de luchar hasta que este sueño se vuelva realidad,” agregó la nota, firmada por Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de AI.

LA CONSTITUCIÓN DE LA DICTADURA

En el comunicado, la organización recuerda que con este resultado queda vigente la carta magna actual, escrita en tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989) y reformada de manera parcial en democracia, y por ello resulta imprescindible cambiarla para poder atajar las desigualdades que dominan el país.

“Con los resultados de la votación, la Constitución dictada en tiempos de Augusto Pinochet y que por décadas ha beneficiado a unas personas por sobre otras acentuando las desigualdades y la precariedad, continuará vigente en el país”, señaló.

“Si bien la ciudadanía no aprobó la propuesta elaborada por la Convención Constitucional, se ha comprobado en innumerables ocasiones que la actual Constitución obstaculiza los cambios necesarios para conseguir un Chile más justo, por lo que resulta imprescindible continuar los esfuerzos por cambiarla”, agregó.

Al hilo de este argumento, destacó que “los movimientos sociales y la ciudadanía han alzado la voz exigiendo mejores condiciones de vida, pero esta situación difícilmente se puede solucionar de raíz manteniendo una Constitución intrínsecamente injusta y que se originó en un periodo doloroso de la historia de Chile.

“Quedarse con la Constitución de 1980 implica que aquellos abusos y situación de vulnerabilidad que vive gran parte de la sociedad chilena, y que habrían encontrado respuestas efectivas en la nueva Carta Magna y sus normativas consecuentes, ya no serán posible en corto y mediano plazo”, dijo Rodrigo Bustos, director ejecutivo de Al Chile.

“De esta manera, a partir de hoy debemos observar con especial atención el futuro del país y seguir impulsando la posibilidad de seguir adelante con la construcción de un Estado capaz de acoger y proteger a todos sus habitantes”, añadió.

“Por esta razón, seguiremos trabajando para que se avance en un cambio del texto constitucional chileno y llamamos a todas las personas que promovieron la opción “Rechazo” manifestando un compromiso de continuar el proceso constituyente, cumplir su palabra y garantizar que el nuevo texto mantenga todos los avances en materia de derechos humanos incluidos en Constitución que se rechazó” concluyó. EFE