Familiares de privados de libertad del Centro Penitenciario de Occidente (CPO), situado en la población de Santa Ana del Táchira, acudieron ante el Ministerio Público en San Cristóbal para denunciar violaciones a los derechos humanos dentro del recinto carcelario.
Por Anggy Polanco / Corresponsalía La Patilla
Andreína Jaime, quien tiene a su esposo privado de libertad, expuso que el Fiscal Superior prometió una jornada médica asistencial en el CPO este viernes, tras la denuncia de los familiares.
Jaime indicó que su esposo dependiente de la insulina y presenta falla renal leve, por lo que ella misma debe llevar todos los insumos alimenticios y medicinas para que se mantenga con vida, puesto que dentro de la prisión no recibe la medicación ni la alimentación adecuada para su enfermedad. Por ello, exige una medida humanitaria, porque considera que el CPO no está en condiciones para tener a personas enfermas presas.
Asdrúbal Ortiz, representante de la organización Consorcio Justicia, Capítulo Occidente, dedicada a la defensa de los derechos humanos de los privados de libertad, expuso que hicieron entrega de un documento en el que detallan las violaciones sistemáticas a los derechos humanos de los reclusos.
“Venimos pidiendo justicia por la muerte del señor Eloy Villamizar quien falleció teniendo una boleta de traslado”, declaró Ortiz.
Por ello, manifestó que están pidiendo la humanización de los privados de libertad, que cese el retardo procesal, sean atendidos por los jueces y quienes dependen de tribunales foráneos puedan tener la atención oportuna.
“Creemos que en el Centro Penitenciario de Occidente se cometieron delitos al no trasladar al Hospital Central a una persona que estaba con una boleta para llevarlo a la medicatura forense”, indicó el defensor.
Precisó que existen pacientes psiquiátricos, oncológicos, con hernias testiculares, que no han sido trasladados a ningún centro asistencial.
Sonia Gelvez, quien tiene a su hijo preso en el CPO, relató que su hijo cuando presentó un dolor de muela, tuvo que autoatenderse, introduciéndose un clavo con calor en el nervio, en vista que carecen de servicio de odontología.
Además, contó que durante las requisas “hacen lo que les da la gana” con los familiares, por lo que expresó que es inhumano lo que viven los internos y sus allegados.
Geraldine Rodríguez tiene a su padre privado de libertad desde hace 13 años y se encuentra en el CPO bajo un cuadro de desnutrición, debido a la mala alimentación que existe dentro del penal; además, su padre es hipertenso. La hija manifestó que no les dejan pasar alimentos y teme por la vida de su progenitor.
“Hace un mes murió un muchacho joven de meningitis y tuberculosis, los presos están amarillos y flacos”, contó la doliente.
Rodríguez narró que su padre ya está penado, lleva 13 de pena cumplida, pero pese a que hace tres años le habían dado un beneficio de libertad condicional bajo presentación, no se lo dieron, por lo que le terminaron alargando tres años más a la pena y hasta una moto le pidieron a cambio de agilizarle la salida.
