Un hombre murió baleado la noche del lunes en inmediaciones del estadio del club San Martín de Tucumán (noroeste), en un enfrentamiento entre hinchas del equipo local, previo al partido ante Belgrano de Córdoba, de las ligas inferiores, reportó la policía.
La víctima, de 36 años, vestía la casaca de San Martín y recibió un disparo en la cabeza a 300 metros del estadio donde de todos modos se jugó el partido, lo que fue criticado por el presidente de la comisión de Deportes de la legislatura tucumana, Ricardo Bussi.
“Si esa violencia se hubiera replicado adentro del club, hubiese sido catastrófico”, remarcó el legislador al diario La Gaceta de Tucumán.
El crimen “ocurrió cuando la gente estaba llegando al estadio ” y fue perpetrado “fuera del anillo de seguridad” desplegado como parte del operativo policial, dijo el comisario a cargo, Juan Ibáñez.
Según los primeros testimonios, la víctima y su agresor habían tenido una discusión que terminó con el ataque a balazos en el marco de un enfrentamiento entre los propios simpatizantes de San Martín.
En la misma jornada también hubo incidentes en Buenos Aires en inmediaciones del estadio de Nueva Chicago, cuando hinchas violentos quisieron ingresar a los vestuarios tras la derrota 3-2 ante Almagro, en otro partido de las divisiones inferiores.
La policía impidió el ingreso, pero los hinchas la emprendieron a pedradas contra los efectivos en disturbios que terminaron con destrozos de comercios y automóviles alrededor del estadio.
Al menos 15 personas fueron arrestadas y se reportaron 13 policías heridos.
De acuerdo a estadísticas de la oenegé Salvemos al Fútbol, los enfrentamientos dentro y fuera de los estadios han producido en Argentina más de 300 muertos desde que se profesionalizó el fútbol en el país sudamericano en los años 1930, aunque dos tercios de las muertes ocurrieron a partir de la década de 1990.
AFP