El error que la reina Isabel II nunca se perdonó: “Fue su gran arrepentimiento”

El error que la reina Isabel II nunca se perdonó: “Fue su gran arrepentimiento”

Imagen de la reina Isabel II tomada por el artista Chris Levine

 

Millones de personas en Reino Unido y el resto del mundo siguen conmocionadas por la muerte de la Reina Isabel II. Los ciudadanos británicos aguantan colas de varios kilómetros de longitud para despedirse de una monarca a la que buena parte de la población define como ejemplar. La soberana pasará a la historia por su lealtad a la Corona y su cargo, y aunque hoy todo son buenas palabras hacia ella, existe un episodio de su pasado que ni siquiera la jefa de Estado pudo perdonarse.

Por larazon.es





Esa mancha en la historia de la Reina Isabel II se remonta al 21 de octubre de 1966, cuando una avalancha de lodo y barro procedente de una escombrera de una mina cayó sobre el pueblo de Aberfan, en Gales, sepultando a 144 personas, de las que 116 eran niños. En ese momento, los menores se encontraban en el colegio de primaria de Pantglas Junior, una de las edificaciones más afectadas por el desastre. La tragedia conmovió a todo el Reino Unido y los principales líderes del país se trasladaron en las horas posteriores hasta el lugar para comprobar de primera mano la magnitud de los daños y ayudar en las labores de rescate.

Sin embargo, la Reina Isabel II rechazó acudir a Aberfan, y en su lugar envió a su esposo, el duque de Edimburgo, y a lord Mountbatten, una decisión muy criticada por el apenado pueblo. Tuvieron que pasar ocho días hasta que, obligada por la polémica que su ausencia había generado, la monarca se presentó en el lugar de la tragedia. Allí, no pudo contener las lágrimas cuando una niña se le acercó a regalarle un ramo de flores con la siguiente inscripción: “De parte de los niños que aún quedan en Aberfan”.

Fuentes cercanas a la Corona aseguran que esa demora a la hora de visitar el pueblo afectado fue “el mayor arrepentimiento” de la Reina Isabel II. Así lo confirmó Gyles Brandreth, un corresponsal de la realeza que preguntó a lord Charteris, antiguo consejero de la monarca, si había algo de lo que ella se arrepintiera. Automáticamente respondió: “Aberfan”.

En un intento de enmendar su error, la Reina Isabel II visitó hasta en cuatro ocasiones el pequeño pueblo de Gales, una de ellas para inaugurar un nuevo colegio de primaria, tal y como prometió cuando se produjo la tragedia.