Un hombre en patines ha sido retenido este viernes en Londres, tras irrumpir por sorpresa en el perímetro de seguridad asegurado para que la comitiva de Carlos III pudiera pasar.
Por La Vanguardia
Los agentes de la Policía británica interceptaron al transeúnte, que se precipitó al suelo en el momento. El monarca se dirigía a Westminster Hall para reunirse con sus hermanos y juntamente velar el ataúd de la reina Isabel II.
En el Londres céntrico, el del Big Ben, el Parlamento, el palacio de Buckingham y la catedral de Westminster, algunas calles se mantienen con cortes por los traslados motivados por el fallecimiento de Isabel II. También se han cerrado estaciones de metro, perros especialmente adiestrados olisquean en busca de explosivos, y si uno tiene prismáticos (o vista de lince) puede fácilmente atisbar a los francotiradores en las azoteas de los edificios estratégicamente situados.
Se trata de la operación policial más compleja de la historia nacional. La de las Olimpiadas de hace diez años, por ejemplo, pudo prepararse con enorme antelación y ensayarse todas las veces que se quiso, mientras que ahora que hay atender de repente a la seguridad de quinientos mandatarios.
Y con alrededor de 750.000 personas en la calle, todas ellas potenciales terroristas y víctimas a la vez, que no han de pasar por ninguna máquina detectora de metales. Su vigilancia quedará en manos de cámaras en circuito cerrado y agentes vestidos de paisano infiltrados entre la multitud. “Es una pesadilla –señala un veterano de la Policía Metropolitana–, se mire por donde se mire.
La policía derriba en Londres a un patinador que atravesaba la comitiva de Carlos III pic.twitter.com/Eefs5iJ0sm
— EL MUNDO (@elmundoes) September 17, 2022
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