Primero, ella se lleva al niño unilateralmente a Italia y él lo denuncia. Luego, los tribunales italianos le dan la razón a él: el crío, de año y un mes, debe retornar a España puesto que la madre lo ha sustraído ilegalmente.
Por: El Mundo
Pero es la Fiscalía italiana la que debe organizar la ejecución de la sentencia, y pone condiciones junto con Servicios Sociales italianos: si quiere recuperar a su hijo, aunque le dé la razón la Convención de La Haya, que restaña los secuestros parentales, el cordobés Adrián Martínez tiene que mantener económicamente a su ex pareja, la italiana Anna Ferrara, en su regreso a España.
Esto es, proporcionarle una vivienda y manutención durante el tiempo en que Gabrielle Pablo se aclimate a España, para evitar “daños graves” al menor y dado que la mujer no tiene ingresos y el padre sí, confirma a este diario Serlapo Bardi, abogado del padre en Italia. “Servicios Sociales ha sido muy claro al pedir que él la mantenga y nosotros nos oponemos. Además, la Fiscalía ha recurrido el regreso del niño a España, y los jueces han mantenido su decisión. Temo que el caso se quede en un limbo y el niño en Italia”.
Es la pendencia de Martínez, recaudador de máquinas de juego cordobés de 28 años, con la madre de su hijo, Ferrara, de 22 y sin oficio conocido, en torno al pequeño Gabrielle Pablo, nacido hace ahora 11 meses.
Con apenas tres, en noviembre pasado, Ferrara se lleva al crío unilateralmente a Olbia, en Cerdeña, de donde es oriunda. Martínez lo denuncia y se activa la Convención de La Haya, el instrumento para dirimir los conflictos civiles surgidos de secuestros parentales.
El 24 de mayo pasado el Tribunal de Menores de Sassari emite su sentencia: Gabrielle Pablo debe volver a España. La Fiscalía primero recurre la resolución para que el niño no salga de Italia, y luego, “cuando la Justicia italiana le niega la razón, resuelve que hay que hacer la repatriación con garantías para que sea lo más suave posible para el menor”, cuenta Bardi a este diario.
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