Lo que empezó como una iniciativa espontánea de buena voluntad en una gasolinera se ha convertido en un caso judicial de alto nivel por cientos de miles de dólares.
Katelyn McClure pasará los próximos 12 meses entre rejas tras haber estafado al público estadounidense 400.000 dólares con una campaña de GoFundMe realizada para ayudar al supuesto indigente que la auxilió en un momento de necesidad.
Sin embargo, el dinero recaudado nunca fue donado, McClure y su novio, Marc D’Amico, se quedaron con los fondos y vivieron una vida de lujo hasta que fueron descubiertos.
El contexto de la historia
El carro de Katelyn McClure se quedó sin gasolina un día en 2017 y el miedo se apoderó de ella. Abandonada en la carretera interestatal 95 de Pensilvania y sin dinero en efectivo, no tenía forma de conseguir gasolina ni de volver a casa.
Por casualidad, en ese momento pasaba por allí un indigente local, Johnny Bobbitt Jr. Él vio a McClure en apuros y le dio todo el dinero que tenía. Eran solo 20 dólares, pero le bastaron para cargar un barril con suficiente combustible para llegar a casa.
Es una historia conmovedora, pero no es cierta.
McClure y su novio inventaron la historia y la publicaron en redes sociales. En vista de las reacciones positivas, la joven creó una página de GoFundMe con el objetivo de recompensar a este “buen samaritano” por su “acto de generosidad”.
La campaña se hizo viral en pocos días, y más de 14.000 personas donaron a la causa ficticia, logrando recaudar 367.000 dólares. Los principales medios de comunicación se interesaron y quisieron entrevistar a este generoso indigente que había ayudado a McClure en su momento de necesidad, por lo que la pareja necesitaba una tercera persona para completar el plan.
Es aquí donde aparece el Sr. Bobbitt, a quien encontraron en la calle y le ofrecieron 75.000 dólares para fingir que el evento había ocurrido y así poder conseguir donaciones.
Vida de lujos
En cuanto el dinero empezó a llegar a su cuenta de GoFundMe, McClure y D’Amico comenzaron a gastar de forma cada vez más extravagante. Cambiaron su carro por un BMW y empezaron a comprar en tiendas de lujo; y no se conformaron con apostar discretamente en casinos en línea, para año nuevo pagaron vuelos en primera clase a Las Vegas, donde gastaron miles de dólares más en apuestas.
Sus gastos fueron cada vez mayores y durante dos felices años la pareja mantuvo su engaño, hasta que una pieza fundamental de su plan empezó a fallar. Bobbitt Jr. se molestó al ver las riquezas que la pareja había acumulado gracias a él y les exigió más. Cuando la pareja se negó, inició una demanda que se convirtió en la base del juicio que hoy conocemos y que puso a McClure y D’Amico en la mira de la opinión pública.
El caso legal
La demanda de Bobbitt se volvió en su contra casi de inmediato. Para reclamar a la pareja, tuvo que admitir que todo era una estafa y las autoridades no tardaron en acusarle de robo con engaño, un delito que ya había confesado. El nativo de Nueva Jersey recibió cinco años de libertad condicional especial, así como un tratamiento para superar su adicción a las drogas en 2019.
El siguiente en la lista fue D’Amico, el novio y cómplice del plan maestro de McClure. Tras declararse culpable y aceptar devolver el dinero a los donantes, se le impuso una condena de 27 meses en la prisión estatal.
Solo quedaba McClure, que esperó su sentencia hasta julio de este año. Tras conocer un mensaje de texto que envió a uno de sus amigos en el que admitía haberse inventado la historia, el jurado no dudó en imponerle una condena de un año, tres años de libertad condicional y la orden de devolver el dinero.
En realidad, la condena fue más leve que la de su novio, que, según el tribunal, fue el líder de la estafa.
Cómo reconocer una estafa en GoFundMe
El caso D’Amico/McClure es probablemente el mayor fraude de GoFundMe de todos los tiempos, pero también han sucedido otros incidentes menores.
Acontecimientos como el atentado de Mánchester, en el Reino Unido, motivaron la creación de varias cuentas falsas que pretendían sacar provecho de la tragedia.
GoFundMe declara que hace todo lo posible para evitar que esto ocurra, incluyendo el reembolso de hasta 1000 dólares a las víctimas, pero hay quienes logran salirse con la suya. Así es cómo podemos detectarlos:
Los estafadores suelen crear una cuenta en redes sociales para apoyar su campaña, se recomienda comprobar las estadísticas de estas. Si tiene menos de 50 amigos y se ha creado recientemente, lo más probable es que sea falsa.
Siempre es importante hacer una búsqueda inversa de imágenes en Google con la foto del perfil de la campaña. Esto mostrará si se está utilizando en otras campañas, incluida la original.
También debe buscarse la conexión del organizador con el beneficiario de la campaña.
Siguiendo estos pasos, el riesgo de ser víctima de una estafa es mucho menor.