Por segunda vez, José Adonay Contreras pidió clemencia al régimen de Nicolás Maduro y a la Comisión Especial para la solución del conflicto para que le devuelvan sus tierras donde llegó a producir 700.000 kilos de maíz, hasta que aparecieron hace ocho años, los invasores que aseguran estar enroscados con el chavismo.
Por: Corresponsalía La Patilla
Contreras está en sillas de ruedas y vive en lo que queda de su finca El Desafío, ubicada en el sector La Cascabel, parroquia San Silvestre del municipio Barinas, donde sigue con sus labores agropecuarias “sin impedimento alguno, porque nací productor y me mantengo sobreviviendo con esta actividad”, aseguró.
La discapacidad del productor se originó por un accidente luego de que fuera embestido por un búfalo que se había salido de los potreros de su vecino Víctor Castillo, “quien después se convirtió en ocupante ilegal de una parte de mi finca, y que ha sido utilizada para negocios de compra y venta de parcelas, pero nada han producido en ellas.”
José Adonay, aparte de tener un título de adjudicación, el Tribunal Agrario de Barinas le dio una medida de protección, la cual los ciudadanos actualmente ocupantes ilegales no han permitido que se cumpla con la medida otorgada por los preceptos establecidos en los artículos 152 y 196 de la ley especial que rige la materia agraria. Estas personas no deben entorpecer las actividades productivas que se desarrollan en este lote de terreno.
El productor manifestó encontrarse en condiciones de volver a sembrar y darle utilidad a los terrenos que le invadieron, de la misma forma como lo ha logrado con los predios que permanecen en su poder.