Tienen doble responsabilidad tanto de su carga académica al formarse en posgrado, como dar la cara ante cualquier atención inmediata. Un trecho que suele ser más pesado para los residentes y que se revela en el reciente estudio de un grupo de estos estudiantes de medicina, que saca a la luz la elevada carga de estrés que padecen que alcanza 83,90%, seguido de ansiedad en 74,20% y depresión en 58,10%. El estudio contempla el período de mayo a octubre de 2022 en el Hospital Central Antonio María Pineda.
El registro precisa entre las principales causas: las agresiones de familiares de pacientes e incluso institucional, agotamiento y falta de condiciones para la prestación del servicio. El estudio fue levantado por María Guédez, José Meléndez, Moileybick Parada y Fabiola Martínez entre una muestra del 25% de los 123 residentes de Medicina Interna, Cirugía General, Traumatología, Ginecología y Obstetricia.
“Es innegable ese esfuerzo que realizan desde el microsistema hospitalario y que va más allá de lo económico, exigiendo condiciones”, precisa Jaime Lorenzo, presidente de la organización Médicos Unidos de Venezuela, frente al riesgo al que están sometidos estos profesionales en plena formación y terminan recibiendo agresiones hasta desde la institucionalidad.
Lamenta que los médicos residentes no escapen al panorama en general, ese que afecta a la población y se afinca con más fuerza en el personal sanitario, en eso resalta la amenaza del cansancio y extrema preocupación por la praxis profesional y su formación académica.