Bombardeos, entrenamientos sin luz, organización caótica… Los jugadores del Dinamo Kiev, que reciben al Rennes el jueves en Cracovia (16h45 GMT) en Europa League, trabajan en condiciones cada vez más precarias, contó el miércoles su entrenador, el rumano Mircea Lucescu.
El domingo, el club se recuperó en el campeonato al derrotar al Rukh Lviv, pero el partido fue interrumpido por una alerta que obligó a todo el mundo a ponerse a cubierto durante una hora y media.
Al día siguiente, los bombardeos rusos sorprendieron a los jugadores cuando iban a entrenar y a continuación viajar. La sesión fue anulada y el equipo se desplazó rápidamente a Cracovia.
Cuando, después de siete horas de trayecto, llegaron los jugadores, el club no encontró un terreno iluminado para entrenarse.
El entrenador buscó ver el lado positivo: “entrenar sin luz ayuda a ejercitar la concentración, la atención y la colaboración”, dijo.
Último de su grupo en Europa League después de tres jornadas, dos de ellas con goles encajados en los últimos minutos, el Dinamo necesita puntuar el jueves contra el Rennes y Mircea Lucescu mantiene la fe, pese a la marcha de los jugadores extranjeros, las lesiones, los continuos desplazamientos y la inseguridad ligada al conflicto.
El defensa Ilya Zabarnyi reconoció que los recientes bombardeos eran la principal preocupación. “Pero con el fútbol intentamos aportar algo positivo a los aficionados y a nuestro país”, añade.
Para empeorar las cosas, mientras que el portero Georgiy Bouchtchane se recupera de una operación en la rodilla, su sustituto, Denys Boyko se lesionó el domingo y deberá ser operado. El jueves, Lucescu hará titular a su tercer portero, con un joven del equipo sub-19 como sustituto.
Tampoco es más clara la situación al respecto del próximo partido del campeonato, en el que el Dinamo debe enfrentarse al Shakhtar Donesk, un encuentro que estaba inicialmente programado en Lviv.
Pero después de haber sufrido los ataques del lunes, los jugadores “tienen miedo de regresar”. El Dinamo ha propuesto disputar el partido en Varsovia, donde el Shakhtar ejerció como local el martes contra el Real Madrid en Liga de Campeones (1-1), en Cracovia o en Lviv pero modificando la fecha para ver como evoluciona la situación.
“Es difícil ponerse en su lugar, todo lo que podemos hacer es ser solidarios con ellos”, reaccionó el entrenador del Rennes, Bruno Genesio. “Hay cosas mucho más importantes que el fútbol, pero para ellos puede que sea una manera de evadirse un momento de lo que pasa en su país”. /AFP