El pasado jueves, 13 de octubre de 2022, se celebró la Dedicación de la iglesia Nuestra Señora de Fátima ubicada en Llano Alto, Carrizal, en la Diócesis de Los Teques; con una Eucaristía presidida por el Cardenal Baltazar Porras, Arzobispo de Mérida y Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, y concelebrada por Mons. Enrique Parravano, Obispo de Maracay, los obispos auxiliares de Caracas, Mons. Ricardo Barreto, Mons. Lisandro Rivas y Mons. Carlos Márquez; el Vicario General de la Diócesis de Los Teques, Mons. Raúl Bacallao así como el clero diocesano y de las circunscripciones eclesiásticas aledañas.
La ceremonia inició en el atrio, con las palabras del Cardenal Porras quien recibió, de manos de representantes de la Asociación Civil Amigos de Nuestra Señora de Fátima, las llaves del templo como signo de su inauguración. A continuación, con tres golpes a las puertas del templo, estas se abrieron, dando paso a la procesión de entrada.
El Vicario General de la Diócesis de Los Teques, Mons. Raúl Bacallao, hizo lectura de las palabras en nombre del Obispo diocesano, Mons. Freddy Fuenmayor, dirigió palabras de salutación en las que agradeció el esfuerzo que por años han realizado tantas personas para edificar este templo que se consagra a María Santísima en el día en que se celebra el 105 aniversario del “Milagro del Sol”, con la última aparición de la Virgen de Fátima. Seguidamente, tuvo lugar la bendición y aspersión del agua al pueblo de Dios, los muros de la iglesia y al altar, tras lo cual inició la Liturgia de la Palabra.
Durante la homilía, el Cardenal Porras resaltó que se trata de “una ceremonia singular” y afirmó que “somos testigos de algo que se ve muy pocas ocasiones, porque así como somos bautizados una sola vez, los templos se consagran una sola vez”. Agradeció el sentimiento de acogida hacia los migrantes que han llegado al país, en especial a la colonia portuguesa “que vino a sembrarse en medio de nosotros, conservando sus tradiciones, sus valores de trabajo, fe y sentido familiar, y una gran generosidad”. Añadió que por esa generosidad, es posible ser también testigos de que los milagros ocurren, y como ejemplo, la construcción de este templo que inició su edificación en el año 2008 y que se ha logrado en medio de las circunstancias que atraviesa el país.
El prelado recordó que “La fe se manifiesta en la oración” que “se hace motor que nos lleva más allá”, y que es por eso que desde la constancia, la creatividad y la virtud de la esperanza, “lo que parecía imposible, aquí lo vemos plasmado” en este recinto “que quiere ser un sitio de peregrinación, un sitio de oración y de compartir la fe (…) bajo la protección maternal de maría santísima en la advocación de Nuestra Señora de Fátima”, una devoción que, destacó el Cardenal, se ha extendido con profundidad en Venezuela, gracias a los nacidos en Portugal que han en su caminar por estas tierras, han compartido su fe de generación en generación.
El Arzobispo de Mérida y Administrador Apostólico de Caracas, invitó transformar la fe en obras, al elevar la oración y manifestar las virtudes de la solidaridad y la generosidad, en la ayuda a quienes sufren calamidades, especialmente en medio de las torrenciales lluvias que han acontecido en todo el país, y entre las que resaltó la situación de Las Tejerías. De igual manera, animó a que este templo se convierta en un recuerdo permanente del mensaje de Nuestra Señora de Fátima en sus apariciones, y su exhortación a la oración y a la búsqueda de la paz, “en principio, la paz del corazón en cada uno de nosotros”, y añadió que sea además oportunidad para imitar la actitud obediente de los pastorcitos. Finalmente, el Cardenal Porras motivó a los presentes a convertir esta iglesia en un centro para cultivar los valores cristianos y promover las tradiciones portuguesas como caudal que se sume a la cultura venezolana que se nutre de la riqueza en virtudes y costumbres que aportan tantas nacionalidades que se concentran en el país.
Tras la reflexión y la profesión de fe, inició el rito de dedicación del altar, con la entonación de las letanías y la colocación de la Reliquia de San Atanasio, Obispo y Doctor de la Iglesia, enviada por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede. A continuación, el Cardenal Porras elevó una oración para la consagración de la casa de oración y la sagrada mesa en la que ocurrirá en adelante, el sacrificio eucarístico. De inmediato, inició la unción con el Santo Crisma e incensación del altar y los muros del templo, para concluir finalmente con la iluminación de la iglesia y la colocación de los ornamentos en el espacio que sirve como mesa eucarística. Concluida la distribución de la Santa Comunión, tuvo lugar la inauguración de la capilla del Santísimo Sacramento, en la que se mantendrá en reserva el Pan Eucarístico.
Al finalizar la ceremonia, el Pbro. José Antonio Da Conceicao, dedicó palabras de agradecimiento por la edificación del templo a Nuestra Señora de Fátima, a todos quienes colaboraron con la construcción, y manifestó su alegría y gratitud a Dios por la dedicación de esta iglesia, luego de 14 años de iniciada la obra.
Nota de prensa