El placer sexual puede ayudarnos no solo a sentirnos más felices sino a sentirnos mejor por dentro y a tener una mayor energía en nuestro día a día. Pero como en todo, hay que saber cómo aplicar esa satisfacción o placer sexual durante y después de mantener relaciones sexuales a nuestro ritmo diario y que se transmita a nuestra vitalidad.
Por VozPopuli
Se trata de reconectar con el interior de nuestro cuerpo y sentir que esa energía nos llena y nos hace sentir más felices y plenos y con más ganas de afrontar todo lo que se nos ponga por delante.
Los beneficios del sexo son muchos y tienen mucho que ver con el lado físico así como con la salud mental. Entre las cosas buenas que aporta tener una actividad sexual satisfactoria y saludable se encuentran desde la quema de calorías durante el acto sexual a un fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico que hace que estemos más a salvo de infecciones y virus indeseados.
Pero es que además fortalece el corazón y regula la presión arterial; mejora el aspecto de la piel y del pelo haciendo que se vea más fuerte y brillante; ayuda a prevenir el cáncer de próstata; reduce la sensación de dolor (es un buen aliado contra las dolorosas migrañas) y hace además que liberemos tensiones y como consecuencia se produzca una reducción en los niveles de estrés. Estar cerca de otra persona nos ayuda a relajarnos, reduce la ansiedad, aumenta la autoestima y la sensación de felicidad. Está demostrado que el sexo reduce la segregación de cortisol, conocida como la hormona del estrés.
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