Los albergues al norte de México están enfocados en asistir a migrantes venezolanos, que en su mayoría buscan llegar a Estados Unidos con el propósito de mejorar sus condiciones de vida.
Por Syndy Garcia / Gustavo Ocando Alex / vozdeamerica.com
Jaime Hernández, administrador de la Casa INDI, un refugio en Monterrey, Nuevo León, que alberga a migrantes cerca de frontera sur de EEUU, dijo a la Voz de América que desde hace unos meses ha aumentado el flujo de familias asistidas que proceden de Venezuela.
El administrador del albergue anticipa que debido a las recientes políticas migratorias implementadas por las autoridades estadounidenses será necesario atender a más venezolanos porque es probable que muchos busquen establecerse por más tiempo en ciudades mexicanas.
El gobierno de EEUU anunció la semana pasada un nuevo programa migratorio que beneficiará con permisos humanitarios a 24.000 venezolanos, pero que contempla que quienes entren de manera ilegal serán expulsados.
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Jon Manson, un migrante de origen venezolano, comenzó sus trámites desde hace semanas ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) para concretar su estadía permanente en Nuevo León.
Manson dijo a la VOA que la situación en su país lo llevó a pensar que tal vez es una opción quedarse en México de forma legal y traer a su familia. “Me vine porque la cosa en Venezuela se ha puesto más difícil de lo que normalmente era allá en años anteriores, principalmente por la inseguridad, la escasez de alimentos, la falta de recursos básicos, como es la luz y el agua”, dijo Manson.
Hernández, el administrador de Casa INDI, dijo que estuvieron atendiendo “entre 1.000 a 1.500 venezolanos aquí en la Central de Autobuses. Apoyamos con alimentación en tres tiempos, por ahí en una semana que estuvieron varados se les brindaron 12.000 platillos de comida. Durante esa semana también se les apoyó con agua, atención médica, venían y se bañaban con nosotros cuando ellos decidieron partir”, detalló.
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Dijo que los migrantes no pasan mucho tiempo allí y aclaró que después de una caravana que estuvo ahí varada se ha incrementado el flujo de familias completas de venezolanos.
“Pasan por nuestras instalaciones alrededor de unas seis, siete, ocho familias por semana y no se quedan más que un día o dos y siguen avanzando hacia la frontera norte”, dijo Hernández.
Casa INDI no está saturado en este momento, de acuerdo a lo que observó la Voz de América durante la visita. El martes 18 de octubre, la VOA pudo constatar que algunos migrantes pasan brevemente para recibir alimentos y luego siguen su ruta.
De acuerdo a cifras del Departamento de Seguridad Nacional, en agosto fueron hallados unos 25.000 venezolanos en la frontera sur. En septiembre la cifra aumentó a 33.000.
El nuevo programa migratorio para venezolanos
Desde en martes está disponible en línea la posibilidad para los venezolanos que quieran aplicar ante el departamento de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos. Entre los requisitos está que el aplicante cuente con un patrocinador en territorio estadounidense que apoye financieramente al solicitante.
Para aplicar, el solicitando no puede haber sido removido de Estados Unidos en los últimos cinco años.
El nuevo esquema migratorio prevé la advertencia de deportación de todo venezolano que cruce ilegalmente hacia suelo norteamericano desde México. El anuncio de EEUU coincidió con reportes del retorno de centenares de venezolanos a territorio mexicano, de acuerdo a Estados Unidos.
La pasada semana autoridades del gobierno estadounidense confirmaron el cierre de uno de los tres puentes que conectan a México con su frontera sur, el Gateway, entre Matamoros y Brownsville, por la protesta de decenas de venezolanos que dijeron haber sido deportados de manera engañosa, tras ingresar a EEUU de forma irregular previo al anuncio.
Los retornos de migrantes de diferentes nacionalidades se producen en virtud del Título 42, una regulación que argumenta cuestiones de salud pública para impedir el ingreso a EEUU.
Tres agencias de la ONU dijeron la pasada semana que las expulsiones fundamentadas en el Título 42, desde marzo de 2020, han generado “importantes desafíos de seguridad, redes de apoyo limitadas y capacidades de alojamiento inadecuadas” para “muchas personas” cuyo retorno es “peligroso e insostenible”.
La plataforma multiagencial de la ONU para la migración y los solicitantes de refugio de Venezuela, conocida como R4V, aseguró que ya son 7,1 millones de personas que se han ido de la nación sudamericana para buscar residencia en otras naciones por razones políticas, económicas y sociales.