“Ya son 10 años y 7 meses libre de cáncer”, dijo con orgullo Coralia Ynfante, una mujer guaireña, quien se vio seriamente afectada por la aparición de un cáncer de mama, pero luego de enfrentarlo a tiempo, venció al enemigo más temido por muchas mujeres en el mundo.
Por Ana Guaita Barreto | lapatilla.com
Coralia se convirtió en una sobreviviente del cáncer de mama luego de atravesar por un devastador diagnóstico, un traumático procedimiento quirúrgico y varias sesiones de quimioterapia y radioterapia que dejaron en su memoria un áspero recuerdo.
El equipo de lapatilla.com conversó con esta aguerrida luchadora, quien contó con detalles cómo fue la experiencia de ser diagnosticada con cáncer de mama y toda la batalla que peleó para salir victoriosa de esta situación que llegó a su vida en el año 2012.
Llegada del cáncer de mama
“Un martes de enero estaba lavando y cuando levanté el brazo para colgar una ropa, sentí que algo me subió por el seno, era un bulto extraño que se me puso caliente”, rememoró Coralia.
Ante este descubrimiento, tomó la decisión de ir al médico para practicarse una serie de exámenes y descartar aquello en lo que toda mujer piensa cuando siente una protuberancia en esta área.
Coralia acudió a una reconocida clínica del estado Vargas donde fue evaluada por un médico y una frase dicha por el especialista retumbó en su cabeza: “Allí donde lo tienes se te cura”.
“¿Qué se me cura, doctor?, ¿Qué tengo?”, preguntó alertada Coralia y con mucha responsabilidad y seriedad, el doctor sostuvo su posición: “Tienes un C-A de mama”.
Estas palabras generaron en ella un estado de ansiedad y nerviosismo que se mantuvo durante dos meses.
Pero esta primera opinión no fue suficiente, Coralia quiso conocer una segunda apreciación por parte de otro doctor, quien reafirmó que efectivamente tenía una lesión en el seno derecho.
De frente a la verdad
“Acostarte y pensar que tienes cáncer, pensar en que la muerte es una posibilidad no es nada fácil”.
Luego de escuchar aquellas frases que la afectaron emocionalmente, fue sometida a un eco, una mamografía y finalmente a una biopsia. Todos los estudios arrojaron un mismo resultado: Positivo.
Este diagnóstico llegó el 7 de febrero.
“Yo lo que hacía era pensar en que me iba a morir e iba a dejar a mi hijo y a mis padres”, recordó Coralia con lágrimas en sus ojos.
En esta entrevista, Coralia expresó toda la afectación que tuvo en ese momento. Explicó que lloró durante días para drenar el sentimiento que llevaba por dentro tras recibir la noticia que nadie quiere recibir.
Pero en casa nadie sabía nada. Decidió mantenerse en silencio hasta tener el valor de enfrentar con contundencia la verdad.
Atacando al cáncer
Una vez que Coralia tuvo la fuerza para explicarle a su familia lo que estaba pasando, decidió hablar con su prima, su hermana, sus padres y su hijo, quienes significaron, en el peor momento de su vida, un bastón de apoyo para salir de esta situación que llegó sin previo aviso.
Estando todos en conocimiento de la presencia del cáncer de mama en el cuerpo de Coralia, procedieron a tomar acciones al respecto.
Uno de los médicos que la había examinado explicó cuál era la solución a este mal que la aquejaba: una mastectomía radical, lo cual implicaba una extirpación de su glándula mamaria completa.
“Yo me preguntaba ‘¿por qué a mí?‘, estaba muy alterada, no quería aceptar la enfermedad”, dijo nuestra entrevistada. Sin embargo algo estaba claro: había que continuar caminando en este arduo sendero.
Y así fue.
Se coordinó principalmente el presupuesto y la fecha para la intervención quirúrgica, la cual se realizó en la clínica Alfa, ubicada en Maiquetía, estado Vargas.
Dicha operación se realizó el 20 de marzo del mismo año. El seno derecho de Coralia fue extirpado por completo para diseminar todo resto del cáncer, pero no todo terminó allí. Todavía faltaba recorrer gran parte de esta carrera contra reloj: las quimioterapias y radioterapias.
Este proceso inició en julio del 2012 en el Hospital Clínico Universitario en la ciudad de Caracas, constó de 6 ciclos de quimioterapia, cada 21 días y finalizó el 11 de diciembre del mismo año.
El tratamiento que comenzó para eliminar cualquier célula cancerosa en el cuerpo de Coralia tras su intervención quirúrgica, se convirtió en un golpe bajo para su autoestima. Como resultado luego de la primera sesión, empezó su pérdida del cabello, las cejas y pestañas.
Pero el calvario no terminó en ese momento.
Restaban las terapias de radiación (radioterapias), las cuales se realizaron en Clínicas Caracas desde el 15 de enero de 2013. Esto con el fin de evitar un cáncer recurrente por la incorrecta eliminación de dichas células malignas.
Coralia se sometió a 28 sesiones de radioterapia en el seno y 25 en el cuello.
Luego de haber pasado por todo este proceso, restaba un paso más para disfrutar de una “nueva normalidad”: una operación de reconstrucción, la cual se realizó dos años después, el 6 de enero del 2014.
En esta intervención retiraron grasa sobrante de su cuerpo para rellenar el espacio que se había llevado la mastectomía. “Sin necesidad de ponerme prótesis”, expresó con evidente entusiasmo en los ojos.
Coralia pasó de ser una víctima de esta enfermedad a ser la coordinadora de las caminatas anuales por la lucha contra el cáncer de mama en el estado Vargas y, aunque durante los últimos tres años no pudo llevarse a cabo la actividad, la idea de estas acciones siguen firmes: la concienciación para la prevención y lucha contra este enemigo silencioso.
La prevención contra el cáncer de mama no debe ser solo durante en octubre, denominado el mes rosa, debe hacerse durante todo el año.
Mensaje a los pacientes con cáncer de mama
Para finalizar esta conversación, nuestra entrevistada quiso enviar un mensaje a todos aquellas personas que atraviesan por una situación similar a la que ella tuvo que pasar:
1.- Fe en Dios
2.- Pedir apoyo a los familiares
3.- Llevar la vida con calma mientras se sale victorioso en esta batalla
Y aunque estos tres consejos de Coralia son sumamente importante para tenerlos en cuenta, otra cosa que se debe considerar es que muchas personas han pasado por lo mismo y muchas mujeres lo han superado.
“Tócate para que no te toque”.