El derrumbe de un sector edificado de cuatro plantas con cientos de nichos en un cementerio de la ciudad italiana de Nápoles dejó al descubierto numerosos ataúdes, algunos de ellos colgando en las alturas, y obligó a cerrar todo el sepulcro.
Por: Clarín
Es la segunda vez en un año que el camposanto de Poggioreale sufre un derrumbe, después de otro, el pasado 5 de enero, atribuido a las obras de la línea de metro subterráneo.
En concreto, el desastre se produjo en la conocida como Capilla de la Resurrección, un edificio de cuatro plantas repleto de nichos que vino abajo parcialmente destruyendo decenas de sepulturas.
Una parte del edificio no se derrumbó, pero algunos ataúdes han quedado al descubierto y colgando, en una imagen que recorrió el mundo por lo desoladora y lúgubre.
Tras el colapso del 5 de enero, en el que se destruyeron alrededor de 300 sepulturas, la Fiscalía napolitana ordenó el cierre del cementerio y actualmente investiga a 20 personas por su presunta implicación en un delito de desastre en la construcción del metro.
En el momento del incidente no había nadie en el lugar ya que la zona de la capilla se encontraba cerrada desde hace diez meses.
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