La tecnología se ha vuelto parte fundamental en el diario vivir. Desde el celular que con su alarma despierta a más de uno, hasta un pequeño reloj inteligente que puede llegar a salvarle la vida.
Por eltiempo.com
Así es. De no haber sido por un Apple Watch, los rescatistas no hubiesen podido encontrar a Young Sook An, una mujer de 42 años que fue secuestrada y apuñalada por su propio esposo.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo 16 de octubre, cuando alrededor del mediodía, Young Sook An fue violentada por Chae Kyong An en su casa de Washington, Estados Unidos.
Según el reporte oficial de la Policía, la pareja estaba en medio de un proceso de liquidación de bienes por su divorcio, y esa tarde habían discutido sobre algunos montos de dinero.
De hecho, el medio ‘Daily Mail’ reveló que el hombre la había amenazado diciendo que “prefería matarla antes de darle el dinero de su jubilación”.
Los informes dicen que Kyong golpeó y ató con cinta adhesiva a Sook en su habitación después de la una de la tarde. Posteriormente, la subió a su camioneta y se dirigió a un bosque cercano a Seattle.
Al llegar, el hombre de 53 años bajó a su esposa -quién estaba semiconsciente- y la apuñaló en repetidas ocasiones. Después, creyendo que pronto moriría desangrada, se dedicó a cavar un hueco para ocultar el cadáver.
?Please call 911 if you see them and DO NOT approach!? #PleaseShare #MissingEndangered #PleaseHelp pic.twitter.com/HHGWIdCGZC
— Lacey Police (@LaceyPolice) October 17, 2022
Aterrada, pero con la fuerza suficiente para poder pedir ayuda, mientras estaba en el suelo logró llamar con su reloj al 911 y a enviarle una notificación de auxilio a su hija. Justo antes de que su marido golpeara el aparato con un martillo.
Después de enterrarla, Sook recuperó la conciencia rápidamente. Se quitó la cinta adhesiva de la boca y las manos antes de salir del agujero.
El reporte oficial también indicó que las heridas habían sido graves, pero no tan profundas, lo que le permitió caminar hasta que encontró un cobertizo para esconderse.
Allí la Policía, su hija y el cuerpo de bomberos la encontraron. Según un archivo del Tribunal Superior del condado de Thurston, “todavía tenía cinta adhesiva alrededor del cuello, la parte inferior de la cara y los tobillos” cuando las autoridades la encontraron, casi a 96 kilómetros de la ciudad.