Con el propósito de hacerse más visibles ante las autoridades de Estados Unidos, cientos de migrantes venezolanos que tenían días durmiendo a los alrededores del Consejo Estatal de Población (Coespo), se trasladaron la noche de este martes hasta el bordo del Río Bravo.
Con casas de campañas y cobijas, los sudamericanos se instalaron en los límites de la frontera mexicana, frente al puesto temporal de operaciones de la Patrulla Fronteriza, cerca de la calle Oro.
“Yo tengo siete días aquí, y allá estábamos en un hospital (Centro de Salud Todos Somos Mexicanos), están pasando los días y no queremos ser una carga para nadie, queremos trabajar, que nos vean que estamos aquí y queremos ir a trabajar”, dijo Cristian de 21 años, quien mañana cumplirá un mes de travesía.
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