Perú anunció el miércoles el fin de todas las restricciones para frenar los contagios de COVID-19, las cuales no lograron impedir que la pandemia se expandiera y dejara miles de muertos en el país.
Por AP News
La oficina del primer ministro Aníbal Torres publicó en redes sociales que, tras la reunión semanal de los ministros, se acordó “levantar el estado de emergencia por COVID-19, gracias al avance de la vacunación y la disminución de casos”.
Según datos del Ministerio de Salud, en Perú hay 26,8 millones de vacunados con una dosis, 25,7 millones con dos dosis, 20,8 millones con tres dosis y 5,3 millones con cuatro dosis. El país de 33 millones de habitantes sufrió más de 216.000 decesos a causa del COVID-19.
La semana pasada el gobierno dio de alta al último paciente internado por COVID-19 en un conjunto de siete torres de hasta 20 pisos en la zona sur de Lima, donde en un momento dado se llegaron a instalar más de 2.700 camas para pacientes con esta dolencia debido a que los hospitales estaban saturados.
El gobierno hizo su anuncio a pocos días de la festividad de los muertos, que en Perú se celebra el 1 de noviembre. Antes de que comenzara la pandemia, en esa fecha los cementerios solían llenarse de visitantes que celebraban y bailaban junto a las tumbas de sus seres queridos. En 2020 y 2021 los cementerios estuvieron cerrados, vigilados por soldados armados.
Los mercados de alimentos y los bancos ya no exigen el uso de mascarillas, y tampoco rocían alcohol en las manos. Hace un mes el gobierno indicó que el uso de éstas sería opcional tanto en lugares abiertos como cerrados.