Bolsonaro buscó arañar los últimos votos con una lista de 22 compromisos

Bolsonaro buscó arañar los últimos votos con una lista de 22 compromisos

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en una fotografía de archivo. EFE/ Guilherme Dionísio

 

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, buscó este sábado arañar los últimos votos con la divulgación de una lista con 22 compromisos, a pocas horas de la segunda vuelta de las elecciones, en la que se medirá a Luiz Inácio Lula da Silva.

El mandatario prometió más mano dura contra el crimen, incentivar la natalidad, aumentar el salario mínimo por encima de la inflación y “mantener una política económica guiada por el libre mercado y la responsabilidad fiscal”, entre otras iniciativas.

El jefe de Estado indicó que ese conjunto de promesas, que difundió a través de sus redes sociales, “harán de Brasil un país próspero, más libre y más seguro para todos los brasileños”.

La divulgación de la lista se produjo poco después de que se conocieran los resultados de las últimas encuestas antes del balotaje del domingo y que, como durante toda la campaña, pronosticaron una derrota del capitán de la reserva del Ejército.

Bolsonaro parte con una desventaja de entre cuatro y siete puntos porcentuales con respecto a Lula, que obtendría entre un 49 % y un 50 % de las intenciones de voto, según los sondeos divulgados este sábado por las firmas Datafolha e Ipec.

En un aparente último intento por revertir esa situación, el gobernante afirmó que, si gana, reducirá la edad penal para delitos graves, como “violación, homicidio o latrocinio”, y endurecerá las penas para “crímenes violentos”.

También pretende acabar con las “audiencias de custodia” y garantizar por ley aliviar los castigos a los agentes policiales que, por ejemplo, maten a un delincuente en ejercicio de sus funciones.

Con ello, cree que será posible “reducir en más del 20 % los homicidios en los próximos cuatro años”.

Bolsonaro quiere además “implementar una Política Nacional de Fortalecimiento de los Lazos Familiares”, que tendrá por objeto “incentivar la creación y la preservación de las familias”, y “entregar como mínimo más de 2 millones de viviendas” a la población más pobre.

También se comprometió con subir el salario mínimo por encima de la inflación anual y eximir del impuesto de la renta a los trabajadores que ganen hasta cinco salarios mínimos (unos 6.000 reales o 1.100 dólares), propuestas que también figuran en el programa de Lula.

El líder ultraderechista quiere igualmente hacer de la empobrecida región nordeste del país, granero histórico de votos de Lula, “el centro mundial de generación de energía verde”.

Por último, prometió “no controlar, ni interferir en la prensa, así como “preservar la libertad de expresión, incluido en Internet”, y no ampliar el número de magistrados de la Corte Suprema -actualmente once-, como sugirieron algunos de sus aliados.

“Y respetar la independencia entre los poderes y la Constitución Federal”, completó, después de meses de sembrar infundadas sospechas sobre el sistema de votación y atacar ferozmente a los magistrados del Supremo y del Tribunal Superior Electoral (TSE).

Con información de EFE

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