El papa Francisco afirmó hoy que la paz nunca puede llegar con la fuerza o la violencia y que nunca se consigue “derrotando a alguien”, tras el rezo del ángelus en la plaza de San Pedro en el que volvió a pedir que cese la guerra en Ucrania.
“Se nos hace creer que la paz llega con la fuerza y la potencia: para Jesús es lo contrario (…) La paz no se alcanza conquistando o derrotando a alguien, nunca es violenta, nunca es armada“, dijo Francisco en su mensaje del ángelus el día de Todos los Santos.
Para el papa, “todos deseamos la paz, pero a menudo lo que queremos es estar en paz, que nos dejen en paz, no tener problemas sino tranquilidad”, pero “Jesús, en cambio, no llama bienaventurados a aquellos que están en paz, sino a aquellos que hacen la paz, los constructores, los que trabajan por la paz“, explicó.
Agregó que “de hecho, la paz hay que construirla y como toda construcción, requiere compromiso, colaboración, paciencia“.
“¿Cómo convertirse, entonces, en alguien que trabaja por la paz?“, preguntó el papa, quien respondió que “ante todo, es necesario desarmar el corazón. Sí, porque estamos todos equipados con pensamientos agresivos y palabras cortantes y pensamos en defendernos con el alambre de espino de la queja y con los muros de cemento de la indiferencia”.
“La semilla de la paz pide que se desmilitarice el campo del corazón“, dijo Francisco, que afirmó que “los que trabajan por la paz serán llamados hijos de Dios“ y que “en el mundo parecen fuera de lugar, porque no ceden a la lógica del poder y del predominio, en el Cielo serán los más cercanos a Dios, los más parecidos a Él”.
Al final de su mensaje, el papa volvió a pedir que “no nos olvidemos de la martirizada Ucrania” y que se rece para que a este país llegue la paz.
EFE