Noventa películas de 36 países, de todos los continentes y con casi un 50 % de participación femenina en la realización, abordarán los grandes temas ambientales de nuestro planeta en la 29 edición de Suncine, el Festival Internacional de Cine del Medio Ambiente, que tendrá lugar en Barcelona, España, del 2 al 8 de noviembre.
Por: La Vanguardia
Doce largometrajes de los 17 seleccionados para la Sección Oficial del Festival compiten por el Sol de Oro, el máximo galardón de la historia del cine ambiental desde 1993.
“La Sección Oficial reúne una síntesis de lo que nos está pasando en el planeta, es un espejo donde mirarnos e invita a la reflexión”, explica el director del festival, Jaume Gil. Entre las piezas que se podrán ver en esta sección a concurso destaca Pastores de la Tierra: historias de la cuna de la humanidad, protagonizada por Álvaro Fernández-Llamazares, investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona. El filme trata el cambio climático y la pérdida de biodiversidad a través de las historias y canciones tradicionales de la comunidad ‘Daasanach’ del norte de Kenia.
En 70/30, de Phie Ambo, el clima juega un papel muy importante en las elecciones de 2019 en Dinamarca. Y en la francesa Desastres Naturales, Mega Reguladores, la realizadora Christine Tournadre muestra cómo la ciencia mira ahora los desastres naturales bajo una nueva luz.
Otro de los documentales esperados es La Senda del Pastor, que acumula premios en todo el mundo. La cinta, dirigida por la zaragozana Silvia Pradas y producida por Crew Films, retrata la vida de seis pastores de ovino que abren las puertas de sus casas para mostrar un oficio en extinción.
Algunos de los estrenos exclusivos fuera de competición son Alick & Albert, con el Príncipe Alberto de Mónaco de protagonista; Rumbo al pasado, escrita y protagonizada por la modelo y meteoróloga Laura Madrueño, y Helena de Sarayaku, filme que clausurará el certamen, protagonizado por Helena Gualinga. Leonardo DiCaprio produce La Ballena Solitaria, dirigida por Joshua Zeman. Un viaje para encontrar a la “ballena de los 52 hercios”, una criatura que se comunica con una frecuencia que no reconocen otras ballenas y que por ese motivo habría vivido siempre en soledad.
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