El infeliz matrimonio del entonces príncipe Carlos y Diana Spencer era tan tormentoso que los oficiales de protección real estaban preocupados de que alguno saliera lastimado.
Por Infobae
Uno de los ayudantes del ahora rey Carlos III recuerda haber visto a Diana “lanzando epítetos y burlándose de la obsesión de su marido con la triste Camilla”, escribe Christopher Andersen en la próxima biografía, The King: The Life of Charles III, que se publicará el 8 de noviembre.
Y además fue testigo de cómo Diana “perseguía literalmente” a su esposo “por los pasillos, escaleras y de habitación en habitación” en el retiro campestre de la pareja real en Highgrove House, escribe Andersen.
“¿Por qué no te acuestas conmigo?”, le preguntó supuestamente Diana a su esposo, quien ya no quería tener sexo con ella, desde el nacimiento del príncipe Harry en 1984.
Según cuenta Andersen, la sarcástica respuesta de Carlos fue: “No lo sé, querida. Creo que podría ser gay”.
Durante una acalorada discusión, Carlos exigió infantilmente que se le diera el respeto por su posición al respecto, según el libro.
“’¿Sabes quién soy?’, le preguntó a su esposa.
“Diana respondió que él era un ‘maldito animal’”, escribe Andersen. “¡Nunca serás rey!”, ella le gritó. “William sucederá a tu madre. Me ocuparé de eso”.
La tensión en la residencial oficial solo aumentó con el paso del tiempo.
Incluso antes de casarse con Carlos, dice el libro, Diana ya sabía que su prometido estaba enamorado de Camilla Parker-Bowles.
“Los enfrentamientos entre Diana y Carlos eran tan crudos que ‘la violencia parecía inevitable’”, señala un guardaespaldas en la publicación.
Los oficiales estaban preocupados por la “potencia” contenida dentro de los muros de Highgrove, que incluían escopetas, rifles y pistolas, según el libro.
“Los detectives a cargo de proteger a los miembros de la familia real estaban profundamente preocupados de que, ‘en el calor de la ira’, cualquiera de estos pudiera usarse para cometer suicidio, homicidio o ambos”, escribe Andersen.
La pareja, que se casó en 1981, se sentía miserable antes de sus nupcias. Según la prensa británica, Carlos sintió la presión de su padre, el príncipe Felipe, para casarse y le molestó que Diana se riera durante la propuesta, y luego calificó su reacción de “juvenil y desconcertante”.
Según cuentan, Diana y Carlos se vieron apenas trece veces antes que él le propusiera matrimonio.
El 24 de febrero de 1981, el Palacio de Buckingham anunció: “Con el placer que la reina y el duque de Edimburgo anuncian el compromiso de su amado hijo, el príncipe de Gales, con Lady Diana Spencer, hija del conde Spencer y la honorable señora Shand Kydd”.
En la primera entrevista que concedieron a los medios debería haber sonado como una alerta. El periodista les pregunta si estaban enamorados y mientras la novia respondió ¡sí! el príncipe remató con un “Whatever ‘in love’ means” (“Lo que sea que signifique ‘enamorado’”).
Diana, que tenía 12 años menos, sabía que nunca iba a conquistar al hijo de la reina Isabel II.
“Consumidos por la ira y la frustración, tanto la novia como el novio lloraron por separado hasta quedarse dormidos la noche anterior a la boda”, escribe Andersen.
Diana no estaba dispuesta a un matrimonio de a tres –como ella misma lo definió- y comenzó a vivir sus propias aventuras extramatrimoniales.
“Me sentía prisionera en mi propia casa”, recordaría la princesa de ese tiempo cuando su nombre ocupaba todos los tabloides. “Fue horrible”.
Casi 23 millones de espectadores sintonizaron la BBC en el Reino Unido aquel 20 de noviembre de 1995 para ver la entrevista en que Lady Di desnudó su alma sobre su matrimonio fallido con el príncipe Carlos y sobre la aventura del heredero con Camilla Parker Bowles.
El país entero no tenía otro tema de conversación. Indignada, Isabel II envió una carta a Carlos y Diana solicitándoles que pusieran final a esta situación y se divorciaran.
La pareja finalmente acordó separarse en 1992 y se divorció en 1996. Solo un año después, Diana de perdió la vida en un fatal accidente automovilístico en París, en la madrugada del 31 de agosto de 1997. Justo cuando recuperaba la felicidad al lado del magnate egipcio Dodi al -Fayed un evitable incidente terminaba con la vida de los enamorados. Diana y su novio huían de los paparazzi, y cuando estaban en el Puente del Alma, su vehículo chocó contra unas de los columnas. Tres horas después, Lady Di fallecía a los 36 años y dejaba al mundo conmocionado. Junto con ella y su pareja falleció también su chofer, Henri Paul. El único sobreviviente fue el guardaespaldas de Al Fayed, Trevor Rees-Jones.
Tras una larga investigación, se determinó que el accidente fue causado, principalmente, por un exceso de velocidad y el estado de embriaguez del conductor, Henri Paul.
Ocho años después de la muerte de Diana y 35 después del primer encuentro, Carlos y Camilla, pudieron casarse. La boda fue íntima y discreta. La reina no asistió al civil pero si participó de la bendición que realizó el arzobispo de Canterbury y el banquete de festejo.