El ministro español de Interior negó este lunes que alguno de los 23 emigrantes que murieron en una tentativa de entrada a Melilla en junio lo hicieran en el lado español de la frontera hispano-marroquí, como sostuvo un reportaje de la BBC.
“No hubo ningún muerto en territorio español”, sentenció Fernando Grande-Marlaska en declaraciones a la prensa en Cuenca (centro-este).
El ministro reiteró que “las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado actuaron con toda la legalidad, proporcionalidad y necesidad” aquel 24 de junio, y afirmó que se trató de “un ataque violento a la frontera, que es una frontera de la Unión Europea”, en el que “50 guardias civiles resultaron heridos”.
Un reportaje de la cadena pública británica BBC emitido el 1 de noviembre cuestionó la versión oficial española de los hechos.
El reportaje sostiene que algunos emigrantes murieron en el lado español y que las fuerzas de seguridad españolas ignoraron lo que ocurría en el lado marroquí.
Al menos 23 emigrantes murieron en aquella tentativa de cruzar a Melilla, según un balance de las autoridades marroquíes.
Sin embargo, expertos independientes nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU hablaron, el 31 de octubre, de 37 muertos.
Estos expertos de la ONU calificaron como “alarmante” el hecho de que ni España ni Marruecos hayan asumido todavía responsabilidades y condenaron el “uso excesivo y letal de la fuerza por parte de las autoridades marroquíes y españolas”.
Todo ello reavivó la polémica por aquel drama y colocó en el foco a Grande-Marlaska, a quien el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, ofreció su apoyo en los últimos días.
El ministro “tiene todo mi respaldo y también, lógicamente, mi reconocimiento”, dijo Sánchez el viernes en una conferencia de prensa en Viana do Castelo (noroeste de Portugal), al término de una cumbre hispano-portuguesa.
AFP