La decisión de Elon Musk de sacar a Twitter de la bolsa le permitirá realizar cambios importantes rápidamente, pero para eso tuvo que contraer grandes deudas, una elección riesgosa para una empresa que no es rentable.
Por Semana
Esta práctica es de larga data, y tiene algunos precedentes famosos, como el fabricante de computadoras Dell, que fue un éxito, o la tienda de juguetes Toys R Us, que fue un fracaso.
Pero el ejemplo de Twitter “es muy diferente de una compra tradicional” con salida del panel de cotizaciones, consideró Steve Kaplan, profesor de la universidad de Chicago. La mayoría de las veces, la salida de bolsa se produce con empresas que ganan dinero, explica el académico; pero Twitter lo pierde.
El negocio de Twitter claramente generó pérdidas en los primeros dos trimestres de 2022. La ecuación se verá más complicada por los créditos contraídos por Musk por 13 mil millones de dólares, que deberán ser reembolsados por la empresa y no por él.
Según un cálculo de medios de comunicación especializados en el tema, la firma de San Francisco deberá pagar poco menos de mil millones de dólares el primer año por concepto de intereses y capital, un monto muy elevado para un grupo cuya facturación alcanzó cinco mil millones de dólares en 2021.
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