Los agujeros negros emiten una radiación de tipo cuántico, la cual conocemos gracias a las teorías del ya fallecido científico Stephen Hawking. La única forma de conocer los efectos de dicha radiación sería acercándonos a un agujero negro, lo cual es imposible. Por ello, un grupo de expertos creó una simulación de agujero negro en un laboratorio para conocer los postulados de Hawking, conocidos como la Radiación de Hawking.
Por: Muy interesante
La idea de crear agujeros negros en laboratorios no es algo nuevo. Ya en 1981, el físico de la Universidad de la Columbia Británica Bill Unruh propuso por primera vez la posibilidad de crear uno de ellos para conocer más acerca de sus misterios.
Los agujeros negros son tan densos que ni siquiera la luz puede escapar de su enorme poder gravitatorio cuando está lo suficientemente cerca de él. Esa distancia varía en función de la masa del agujero negro, que es lo que se conoce como horizonte de sucesos.
Cuando un objeto cruza el límite del horizonte de sucesos, desaparece en el agujero negro. En 1974, el físico inglés Stephen Hawking propuso que las interrupciones de las fluctuaciones cuánticas causadas por el horizonte de sucesos daban como resultado un tipo de radiación muy similar a la radiación térmica. Y eso es justo lo que los científicos que crearon el agujero negro en un laboratorio querían investigar.
“Queríamos utilizar las poderosas herramientas de la física de la materia condensada para probar la física inalcanzable de estos objetos increíbles: los agujeros negros”, comentó Lotte Mertens, autora del estudio publicado en la revista Physical Review Research.
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