“A Saint-Exupéry le hubiera gustado ver a su principito blanco y rubio interpretado por un niño negro con cabello afro”, dice Levi Asaf antes de subir al escenario.
Este brasileño de nueve años y ojos brillantes es el primer actor negro que interpreta en el teatro de su país a este mítico personaje de la literatura infantil, en una comedia musical que se exhibe desde finales de septiembre en Sao Paulo.
Vestido con un pantalón dorado y una blusa marinera de cuello redondo, canta, baila y conversa con el aviador, a quien pide insistentemente: “Dibújame un cordero”.
“Al interpretar al Principito estoy representando a todos los negros”, dice este niño de sonrisa cautivadora, nacido en Juazeiro, interior del estado de Bahia (noreste).
Como muchos brasileños, Levi padeció el racismo desde pequeño en la escuela.
Su madre, Rosane Luiz Eloi, lo mira con orgullo: “Sus compañeros le decían ‘cabeza de esponja’, o cosas peores, y él no se dejó vencer”, dice.
“En 2019 tuve cáncer y verlo con la cabeza alta pese al racismo me dio fuerzas para luchar contra la enfermedad (…) Espero que también le dé fuerzas a otros niños negros que necesitan oportunidades”, agrega.
En Brasil, que celebra el domingo el Día de la Conciencia Negra, el racismo está muy presente en una sociedad marcada por el legado de la esclavitud.
Más de la mitad de la población de este inmenso país de 215 millones de habitantes es negra o mestiza, pero los blancos siguen siendo la mayoría en la conducción de las empresas, la política o los medios de comunicación.
– “¡Respeta mi corona!” –
“Solía ponerme triste cuando oía historias de los negros esclavizados… pero ahora puedo decir: ¡respeten mi corona!”, exclama, risueño, el niño señalando su cabellera afro.
Los jóvenes espectadores de este Principito se alegran al ver más diversidad sobre el escenario.
“Antes era difícil ver personas negras en películas. Ver ahora un niño de nueve años ser protagonista de un clásico es muy importante“, señala Alex Imoto Mendes, de 11 años.
“Creo que muchos niños se identificaron, vi que a muchos les brillaban los ojitos. No teníamos eso cuando yo era pequeña”, dice Naira Ribeiro, de 33 años, gerente en una empresa de Sao Paulo.
Para Daniela Cury, directora asociada de esta obra dirigida por Fernanda Chamma, “la diversidad del elenco” es uno de los aspectos más importantes de este espectáculo que califica como “del nivel de Broadway”.
La escenografía aporta un toque de poesía, con estrellas que cobran vida y se convierten en bailarinas, planetas naranjas y una luz sobria que sumerge al espectador en un mundo de ensueño.
Este es el primer papel protagonista de Levi Asaf en el teatro. Desde 2018, el joven actor ha trabajado en sesiones fotográficas, comerciales y piezas de ficción para plataformas como Netflix o Globoplay, del grupo Globo.
AFP