El panorama no es nuevo. Más de 3 años tienen las vías de la ‘ciudad planificada’ -como se asocia a Ciudad Guayana – llenas de basura y zamuros. La situación se fue saliendo de control al extremo de que no solo las zonas residenciales están inmundas, sino también las principales avenidas y sectores comerciales de la urbe.
Pableysa Ostos // Corresponsalía lapatilla.com
Entre tantas dificultades relacionadas con los servicios públicos, los ciudadanos han pedido a las autoridades que le den prioridad a resolver el problema de la basura. Y se empezó a formar un ‘proyecto’ para contrarrestar las condiciones de insalubridad de la gente. Primero, se inició como un rumor, que con el tiempo se convirtió en realidad.
Y llegó Foscupa, una compañía que tiene 40 años de experiencia en la recolección de desechos sólidos. En su página web se describen como una “empresa que se ha consolidado de una forma comprometida y garante del equilibrio ambiental, caracterizada por un modelo de servicio que contribuye con el desarrollo y calidad de vida de las comunidades donde está presente”.
Pero a pesar de haber sido creada hace cuatro décadas, el nombre de la empresa no tomó fuerza en el país sino hasta 1994 cuando comenzó a trabajar en el municipio Baruta (estado Miranda), y simultáneamente, inició también operaciones en Mariño (estado Nueva Esparta) y Maturín (Monagas). Para el año 2018, volvió a ser noticia cuando anunciaron la creación de una filial en el municipio Chacao (estado Miranda).
Ahora se plantaron en el estado Bolívar, pero en medio de denuncias de la bancada opositora, con más interrogantes que respuestas y la presencia constante de sus unidades en algunas de las calles de la entidad.
El plan pareciera ser sencillo, pero ambicioso. Fospuca Caroní cuenta con 37 rutas de recolección distribuidas de lunes a sábado, mientras que los domingos y días feriados tienen cuatro rutas.
Durante su presentación a la prensa a inicio de noviembre, los representantes de la empresa señalaron que contaban con 57 vehículos, “40 de ellos son compactadoras con una capacidad de recolección total de 1.100 toneladas de basura”, precisó José Simón Elarba, directivo de la compañía.
A esto se le suman seis camiones de volteo y dos cisternas para el lavado de las calles.
Alianzas llenas de dudas
Ciudad Guayana ya contaba con un proyecto de la Alcaldía de Caroní para la recolección de desechos: SupraGuayana. Simultáneamente, aparecieron camiones informales, que no dependen de la alcaldía, y que cobran una tarifa para recolectar los desechos en las comunidades y zonas comerciales.
El sistema de la Alcaldía de Caroní fue aprobar un plan mixto de recolección de basura. SupraGuayana aparentemente se encargaría de atender a los sectores vulnerables, mientras que el sector empresarial, industrial y algunas urbanizaciones recibirían el servicio por parte de Fospuca. Este plan fue oficializado el 28 de octubre de este año.
Pero en esa presentación a la prensa, Elarba ya dejaba entrever que el servicio de recolección de basura se cobraría directamente a los empresarios en función de los metros cuadrados de cada local.
“Cuando mides la gestión de Fospuca, ves que en promedio el 88% de los habitantes están felices con el servicio, aunque el 60% considera que las tarifas son elevadas. Pero prefieren tener el servicio y pagarlo caro, a no tenerlo. Por eso creemos que no tenemos ningún problema con el servicio. Si así fuera, estuviésemos quebrados”, sostuvo Elarba.
Cifras altas
Hace tan solo unos días se pudo conocer que el 83% de los comercios pagarán tarifas menores de 50 dólares, y en el caso de los que viven en zonas residenciales, cancelarían tarifas que irían desde 0.5 dólares hasta los 6.5 dólares. La facturación se pondría en marcha el 1° de diciembre, es decir, 22 días después de haber comenzado el servicio, ya que oficialmente las operaciones arrancaron el 8 de noviembre de 2022.
También arrancó Fospuca Ambiente, que se encargará de la habilitación del relleno sanitario, proyecto al cual se le llegó a destinar un presupuesto y no fue culminado durante la gestión de Francisco Rangel Gómez, luego de un proceso de licitación del que ni la Gobernación de Bolívar ni el Ministerio para el Ecosocialismo (Minec Bolívar) ofrecieron detalles a la opinión pública.
Todo apunta a que el relleno sanitario operará sin considerar estrategias de separación y clasificación de materiales aprovechables. “Nosotros no hacemos eso, no tenemos ningún inconveniente en que quien tenga una empresa de reciclaje y quiera hacerlo, tenga la facilidad. Pero con la basura no tenemos ningún uso más allá de recogerla y enterrarla cumpliendo con la norma sanitaria necesaria”, especificó Elarba.
Tarifas locas
Las quejas de algunos comerciantes no se han hecho esperar. Una señora, que tiene su negocio en Altavista, declaró en forma anónima a lapatilla.com, comentó que hace tres días recibió un correo de Fospuca, en el cual detallan que debe cancelar por concepto de aseo urbano la exorbitante cifra de 660 dólares. Aparte, en el recibo de electricidad le cobran 45 dólares correspondientes al relleno sanitario.
“En el correo nos dan una propuesta de pagar hasta marzo de 2023 la mitad de la deuda, y lo más insólito de todo esto es que el monto suministrado para el pago de esta facturación está en divisas. Se supone que la moneda de curso legal es el bolívar y ni siquiera tenemos la opción de cancelar en bolívares”.
Para la comerciante es un exabrupto pagar 660 dólares de aseo, a lo que debe sumar los otros servicios que subieron una barbaridad, según relató. “La alcaldía anda como loca en la calle queriendo cerrar negocios sin razón alguna. Sería interesante sondear cuál fue el monto recibido por otros comercios y más interesante aún averiguar cuál fue el criterio utilizado para estas tarifas tan locas”.
Empresarios piden no ser asfixiado
El presidente de Fedecámaras Bolívar, Austerio González, declaró que la privatización de los servicios en cualquier municipio de Bolívar es positiva, porque queda demostrado la necesidad del Estado de recurrir al sector privado para solucionar algunos problemas de la comunidad.
“Hay necesidad de que el sector privado empiece a tomar posición dentro de las empresas que están en el sector público”, agregó. Pero pidió que el cobro del servicio no asfixie económicamente al sector empresarial de la región, tomando en cuenta que ha sobrevivido a dos años de pandemia y todas las dificultades que implica las limitaciones con el combustible que han paralizado la actividad económica.
“La facturación de la recolección de los desechos para el sector privado tiene que ser con unos precios justos, que tomen en cuenta la situación económica del estado Bolívar (…) Las variables de cada sector hay que tomarlas en cuenta al momento de establecer las tasas de cobro”, añadió.
La institución resalta que hay sectores como el turismo, el industrial y la construcción que operan a menos de un 20%, por lo que cobrar facturas como si operaran al 100% de sus capacidades sería injusto y los dejaría en una condición económica desfavorable, puntualizó Fedecámaras en una nota de prensa.
González indicó que el sector privado no se niega a pagar responsabilidades de tributos o servicios, porque estas a su vez generan bienestar y empleo a la población, pero que estos deben cobrarse considerando el consumo y la realidad económica de cada sector.
Ante todo, transparencia
La concejala de la bancada opositora, Aliana Estrada, detalló sobre el proceso de licitación. “El proceso de licitación para la contratación de Fospuca, por supuesto tuvo una comisión de licitaciones que hizo un pliego de licitación y exigencias a las empresas que iba hacer la oferta sobre este servicio. Hubo una comisión, recepción de documentos, hubo todo un manejo de acuerdo a la legalidad y, por supuesto, la comisión de licitaciones hizo lo necesario, pero sí hubo opacidad cuando solicitamos los concejales los pliegos de licitación”.
“Hubo retrasos de no decir lo que venía ocurriendo, retraso en la información, pero en términos generales de acuerdo a los decretos, leyes, autorizaciones que se dieron en el Consejo Municipal, dejan ver que el proceso de licitación fue algo legal. Nosotros no tenemos objeción en cuanto a eso, pero como contralores del proceso, como cualquier otro que se dé en la ciudad, fuimos al lugar a verificar y ver la autenticidad, ver el número de ofertante. Si no hubiéramos estado ahí, quizás no hubiera salido algún otro ofertante y se presentó una de las contrataciones públicas de que hay posibilidades de adjudicar con una sola empresa. El alcalde tomó su decisión, aunado a la emergencia ambiental que existe en el municipio”, señaló Estrada.
La concejala pidió que la recolección de desechos subsane el problema de contaminación ambiental que existe en la ciudad, y aspiran a que se resuelva el problema de la basura. “Para nadie es un secreto que nuestra ciudad tiene de forma desorganizada la recolección de cartón, papel, vidrio y una serie de cosas de aprovechamiento. Yo aprovecho los materiales, pero para que eso sirva de apoyo a la municipalidad, no hay control”.
“Es importante también saber que el contrato de recolección de basura es para recoger basura, no para reciclar. Si mañana hubiese una licitación adicional para un proceso de reciclaje, tendría que ocurrir otra oferta y procedimiento. Al igual que nuestra ordenanza contempla que haya incineradores para desechos patológicos y hospitalarios, tampoco la empresa que contrató la municipalidad está a cargo de ese servicio. Para nosotros es un caos, porque no se está contemplando la generalidad en la generación de basura en el Municipio Caroní”, sumó Estrada.