Esta no es una historia de piratas, pero bien podría serlo. Buques cargados con millones de barriles de petróleo venezolano salen de los muelles de las refinerías venezolanas pero, como si en el trayecto la carga se evaporara en vez de venderse, el dinero de esas colocaciones, con más frecuencia de lo deseable, no termina de llegar a las arcas de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
ROBERTO DENIZ // ARMANDO.INFO
Ese relato no está en un libro de aventuras, sino que se desprende de decenas de documentos filtrados desde Pdvsa y a los que Armando.Info ha tenido acceso para este reportaje. Los papeles desnudan el resultado de ceder la comercialización de petróleo venezolano a traders o intermediarios de toda clase como respuesta a las sanciones financieras que Estados Unidos impuso en 2019 contra la petrolera estatal.
El desbalance de la estrategia seguida por el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, y el Vicepresidente de Comercio y Suministro de Pdvsa, el mayor del Ejército Antonio Pérez Suárez, queda al descubierto con una cifra: 8.406 millones de dólares están aún en el apartado de “cuentas por cobrar” de Pdvsa por el crudo comercializado desde 2019 hasta el 17 de agosto de este año.
La magnitud de esas “cuentas por cobrar” es tal que supone poco más del 80% de los 10.135 millones de dólares que Pdvsa debió recibir en ese período por el despacho de al menos 201 millones de barriles “bajo mecanismo de cobranza anticipada o de contado”.
El déficit podría ser aún mayor si se suman las facturas pendientes por concepto de “compensación”, esquema ideado para que los intermediarios paguen el valor del petróleo con mercancías como alimentos o cubriendo deudas de la propia Pdvsa con terceros. Esa fue, por ejemplo, la modalidad por la que optaron en 2019 los empresarios colombianos Alex Saab Morán y Álvaro Pulido Vargas tras la fachada de compañías mexicanas manejadas por Joaquín Leal Martínez, joven empresario de ese país a la postre sancionado por el Departamento del Tesoro estadounidense.
“Los esquemas de cobranzas se modificaron según instrucciones recibidas por las máximas autoridades de Pdvsa y del Estado venezolano”, se lee en uno de los documentos, a propósito de cargamentos que debieron pagarse de contado, pero que en el camino fueron modificados.
Algunos de esos intermediarios que transportaron millones de barriles de petróleo o fuel oil venezolano desde las refinerías de Amuay, El Palito o Puerto La Cruz, y que están en mora con Pdvsa, no tenían experiencia en el negocio energético y fueron registrados apresuradamente en jurisdicciones opacas como las de Hong Kong, Panamá, Belice o Emiratos Árabes Unidos, poco antes de empezar a transportar el crudo a puertos de Singapur, China o Emiratos Árabes, entre otros destinos.
Ese es el caso, a manera de ejemplo, de M and Y Trading, una sociedad inscrita en Hong Kong el 2 de noviembre de 2020, que adeuda a Pdvsa 1.208 millones de dólares por petróleo transportado en 2021 y lo que va de año; o de United Petróleo Corp, creada en Panamá apenas en febrero de 2021, y mencionada esta semana por la agencia Associated Press, con una deuda de más de 400 millones de dólares.
Apenas son dos muestras de las casi un centenar de compañías fantasmales encargadas de hacer la labor de comercialización y distribución del petróleo venezolano en lugar de Pdvsa, inhabilitada en la práctica por las sanciones. Aunque en los casos de ese par de empresas no se pudo establecer con precisión quiénes son sus operadores y dueños últimos, Armando.Info comprobó la relación de otras sociedades con nombres favorecidos con anterioridad por el chavismo, como los propios Alex Saab y Álvaro Pulido, o los hermanos Majed y Khaled Khalil. Pero también aparecen nuevos actores que orbitan alrededor del poder político, cuya figuración revela la influencia que van ganando.
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