Los rebeldes chiíes hutíes del Yemen atacaron el lunes un puerto de exportación de petróleo en el este del país con varios drones, lo que provocó la interrupción de las operaciones de la instalación y obligó a un buque petrolero a abandonar el sitio mientras estaba atracando.
El Ministerio de Defensa del Gobierno internacionalmente reconocido del Yemen dijo en un comunicado que las defensas antiaéreas del Ejército lograron interceptar y destruir “varios aviones no tripulados enemigos”, pero uno de ellos “impactó” contra el puerto petrolero de Al Dabba, en la provincia oriental de Hadramut.
La nota, difundida por la agencia de noticias oficial yemení Saba, añadió que la terminal sufrió daños y que el ataque se produjo mientras un buque cisterna estaba atracando en el puerto.
El bombardeo provocó la interrupción de las operaciones en la instalación.
Por su parte, el portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, dijo en Twitter que dicho ataque “obligó a un barco petrolero a abandonar” el puerto, después de que la tripulación del buque “se negara a responder” a las advertencias de los insurgentes.
Asimismo, justificó que la acción fue realizada para “proteger la riqueza nacional soberana, para que sus ingresos estén al servicio de los yemeníes y para cubrir los salarios de todos los empleados en todas las regiones del Yemen”.
Este representa el tercer ataque de los hutíes contra un puerto petrolero en poder del Gobierno desde que expiró la tregua integral entre ambos bandos el pasado 2 de octubre.
Los hutíes han estado perpetrando este tipo de acciones para presionar al Gobierno y a la ONU para que sus demandas sean incluidas en caso de otro acuerdo para el cese de hostilidades, puesto que la exportación de petróleo es la principal fuente de ingresos del Ejecutivo desde que el país entró en guerra en 2014.
El Gobierno, con sede en Adén, exporta alrededor de 60.000 barriles de crudo diarios, mayoritariamente procedentes de los yacimientos en la provincia sureña de Shabua, cuyo puerto de exportación de Qena también fue atacado el pasado día 10.
Dos días después de finalizar la tregua, los insurgentes enviaron “advertencias oficiales” a todas las compañías que operan en áreas controladas por el Gobierno para que detuvieran las exportaciones, y amenazaron con tomar medidas contra las empresas y navieras.
EFE