Kelvin de Jesús García viajó desde Santa Inés (Maturín), donde vivía, hasta el caserío San Miguel, al norte de Caripito, en los límites de Monagas y Sucre, encontrando la muerte.
El viaje, el sábado 19 de noviembre, fue para cumplir con el compromiso de colocarle el agua a una ahijada en esa zona del municipio Bolívar.
Resulta que, pasado el rito doméstico, muy tradicional en el país, en la casa donde compartían se fue la luz.
El hombre de 30 años se subió al poste para ajustar el cable que conducía energía a la vivienda y así continuar el festejo.
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