La restauración de una estatua del escritor francés Víctor Hugo en su ciudad natal generó polémica luego de que la figura del autor sufriera un cambio notable y quedara con la cara negra, una suerte de “reversión” que ha generado incidentes de vandalismo y protestas de diversos sectores de la derecha francesa.
Por Clarín
Fue el ayuntamiento de la ciudad francesa de Besançon la cual decidió llevar adelante las obras de reparación al cumplirse 20 años de la colocación del monumento, que está ubicada en Explanada de los Derechos Humanos de Besançon. Su reparación fue encomendada a la misma fundación que había hecho la colocación en 2002.
Si bien en un principio se pensó que el cambio de color se debía a que se buscaba respetar la versión original del autor de la obra, el artista senegalés Ousmane Sow fallecido en 2016, su viuda, Béatrice Soulé, afirmó que la intención de su marido jamás fue retratar a un Víctor Hugo como un hombre negro.
“Hay una especie de collar blanco que en la obra original era mucho más sutil y su cara era de color carne. Parece que Victor Hugo sea negro y ésta jamás fue la intención de Ousmane”, explicó Soulé en diálogo con el diario L’Est Républicain.
El ayuntamiento, por su parte, defendió la labor de restauración. “La idea era devolverle el espíritu de su creación, como el artista quería, con más colores. Creo que nos hemos acercado bastante a los colores de la estatua de 2003”, dijo a la prensa local Aline Chassagne, la jefa adjunta de la Dirección de Cultura de Besançon, una ciudad del este de Francia.
El hecho generó consternación y provocó que las redes sociales se inundaran de críticas. Varias figuras de la extrema derecha criticaron a la alcaldía, que está gobernada por el Partido Ecologista. El diputado Gilbert Collard, del partido Reconquista de Eric Zemmour, denunció el incidente como “una locura woke de los verdes”.
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