Cristiano Ronaldo, quien para muchos es todavía el mejor jugador del mundo, logró callar algunas bocas en su debut mundialista en ante la correosa selección de Ghana, que desde el inicio arrancó con una línea de cinco defensores. El marcador cerró (3-2) con una Portugal que dominó el partido pero sufrió hasta el último suspiro las corridas enemigas.
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El astro portugués de 37 años saltó a la cancha del Estadio 974 con la ambición de trascender en Qatar 2022 y dejar atrás su mala experiencia en el Manchester United y la incertidumbre sobre su futuro deportivo.
Poco antes de los 10 minutos llegó la primera ocasión de gol para Cristiano, pero el balón se le fue largo y al arquero Lawrence Ati-Zigi le dio tiempo de echar el balón al córner. Tres minutos después, llegó otra chance gracias a un centro al segundo palo que se fue por arriba pese al elevado salto del 7 portugués.
El encuentro avanzó con un ritmo espeso a causa de la propuesta defensiva del combinado africano de Otto Addo. Por su parte, la oncena de Fernando Santos intentó vascular cerca del área rival, pese a que su juego interior se veía obstaculizado por futbolistas como Thomas Partey y Daniel Amartey.
La más clara en los primeros 30 minutos la tuvo Cristiano, quien marcó un gol tras aprovechar un desajuste defensivo, pero el árbitro estadounidense Ismail Elfath señaló una supuesta falta del insigne goleador. Mientras tanto, Ghana intentaba acompañar a su delantero Iñaki Williams y generar algún contraataque.
Al cierre del primer acto la selección lusitana extrañaba mayor participación de sus jugadores más creativos. Bernardo Silva, Joao Félix y Bruno Fernandes no han tenido incidencia significativa en el juego, lo que obligaba a Santos a replantearse su estrategia para la reanudación.
El corpulento William Carvalho fue la apuesta del técnico portugués, que retiró del campo a Otávio, un poco perdido. Ghana intentó acelerar el ritmo y profundizar en el terreno de Portugal, pero sin frutos.
En cambio, el marcador cambió gracias al regalo que sí fructificó Cristiano, quien se dejó caer tras un mínimo toque en el área que el árbitro, sin revisar el VAR, interpretó como pena máxima. Desde los 11 metros, el astro no falló y se metió en la historia de los mundiales al ser el único hombre que ha conseguido marcar en sus cinco grandes citas disputadas.
Pero la alegría le duró muy poco a los lusitanos, que vieron desaprovechada su efímera ventaja cuando el incombustible atacante André Ayew dinamitó de cabeza un centro peligrosísimo que ningún defensor rival pudo rechazar.
Por fortuna para las aspiraciones clasificatorias de Santos, sus jugadores respondieron apenas Ghana se envalentonó y les brindó espacios para derrochar calidad. El primero fue João Félix, quien cruzó la pelota tras un derechazo que el guardameta contrario solo pudo seguir con la vista. Dos minutos después, con solo segundos en la cancha, el habilidoso Rafael Leão sentenció el partido tras rematar una excelente habilitación de Cristiano.
Al minuto 87 el entrenador de Portugal optó por regular las fuerzas de sus jugadores y darle descanso a João Félix y Cristiano Ronaldo. Dicha decisión pudo no ser la más sabia, debido a que Ghana volvió a meterse en el partido en las vísperas del descuento. Un atacante africano le ganó la espalda al distraído João Cancelo y asistió a Osman Bukari, que acudió a la cita del gol gracias a otro cabezazo que la zaga lusitana no supo repeler. Muy curiosa fue la celebración de Bukari, quien imitó la que acostumbra el 7 portugués.
En los últimos 9 minutos del tiempo añadido, cargados de electricidad, ninguna de las oncenas tuvo la puntería necesaria para romper las redes de sus contrarios. Muy mal se vio el portero Diogo Costa, que por una desconcentración regaló la pelota y casi echa dos puntos a la basura.
Portugal obtuvo así su primera victoria con una actuación aceptable de su estrella pero muchos retos por delante, principalmente, alejar las amenazas contra su arco y administrar mejor sus recursos.