El día que arrancaba el juicio contra Ana María Cameno, conocida como ‘la reina de la coca’, el que había sido su pareja, José Ramón Mora Parra- también acusado- no se presentó a la cita. Se enfrentaba a 21 años de cárcel por presuntamente dirigir junto a ella la distribución de más de cien kilos de cocaína en España. Pero para cuando su abogada, que sí acudió a la vista oral, justificó la ausencia de su cliente apuntando a su «alto nivel de toxicomanía», él ya se había fugado y escondido en Marbella, según ha podido saber ABC.
Por abc.es
La Audiencia Nacional ordenó entonces su busca y captura. No le encontraron a tiempo así que se le declaró en rebeldía y no pudo ser juzgado y sentenciado junto al resto de acusados. Hasta ahora. El tribunal ha celebrado un juicio aparte y ha condenado a Mora Parra a una pena de 9 años y medio de cárcel después de alcanzar un acuerdo con la Fiscalía. Ha reconocido los hechos: lideraba, junto a ‘la reina de la coca’, una organización criminal dedicada al narcotráfico que después blanqueaba sus ganancias mediante transferencias a Panamá.
Así consta en la sentencia, dictada el pasado 31 de octubre, a la que ha tenido acceso este diario. «El acusado José Ramón Mora Parra ha procedido a colaborar de manera activa con la justicia en el esclarecimiento de los hechos, con posterioridad a su detención, reconociendo en su totalidad su responsabilidad en los hechos que se le imputa». Además, se tiene en cuenta que en 2014, año de su detención, «tenía sensiblemente minoradas sus facultades intelectivas y volitivas como consecuencia del consumo de estupefacientes», en particular de cocaína.
Atenuante de drogadicción
Por estos motivos el Ministerio Público modificó en el juicio celebrado el pasado 27 de octubre su petición de cárcel para él. Si en un principio la Fiscalía solicitaba para Mora Parra una pena de 21 años de prisión por delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas, tras su confesión pidió 9 años y medio, la pena que finalmente le ha impuesto el tribunal de la Audiencia Nacional encargado de juzgarle. Le aplican la atenuante analógica de confesión tardía, así como la atenuante analógica de drogadicción.
«La defensa del acusado se ha adherido a la calificación y penas del Ministerio Fiscal, en los términos de su escrito de acusación con las modificaciones de las conclusiones definitivas», especifica la resolución. Y de esta manera ha reconocido punto por punto el relato de hechos del escrito de acusación de la Fiscalía: que junto a Cameno dirigía una organización criminal dedicada al tráfico de drogas y que en el momento de su detención, en 2014, estaban centrados en la distribución por España de más de cien kilos de cocaína.
Para ello, según la sentencia, contaron con terceras personas, colaboradores que seguían sus instrucciones. Entre las órdenes, distribuir en vehículos manipulados grandes cantidades de droga, oculta en el interior de caletas. Estos vehículos-según admite Mora Parra- eran en realidad propiedad de Cameno aunque estuvieran registrados a nombre de terceros. De esta manera, reconoce diferentes operaciones llevadas a cabo por la red entre julio y septiembre de 2014 para el transporte de estupefacientes.
Afirma que el Mercedes Rojo intervenido en julio de ese mismo año en la localidad madrileña de Valdemorillo a un miembro de la red, con 18 kilos de cocaína repartida en nueve nueve paquetes y con una pureza del 68%, era un vehículo «bajo directo control de Ana María Cameno».
Asume asimismo su participación en el suministro de otros 37 kilos de cocaína a bordo de un Jeep Grand Cherokee. Los agentes encontraron la sustancia repartida en 41 paquetes y «almacenada en un compartimento oculto tras los asientos traseros y el suelo del maletero, cerrado mediante tornillería». En la vivienda de ‘la reina de la coca’ se encontró el resto.
Casi 45 kilos de sustancia estupefaciente en 49 paquetes distribuidos en maletas ubicadas en distintas habitaciones, con una pureza del 56%. La suma total de la cocaína incautada en las tres intervenciones supera los 100 kilos. Según recoge la sentencia, su valor de mercado en el momento de los hechos alcanzaba los 15 millones de euros.
Blanqueo
Mora Parra también se ha mostrado conforme con la operativa de blanqueo llevada a cabo por la organización de Cameno, descrita por la Fiscalía: usaban un entramado financiero y societario destinado a facilitar la ocultación de las ganancias fruto del narcotráfico. En este sentido, la resolución relata entregas de «importantes cantidades de dinero», ingresos en cuentas bancarias a nombre de terceros y posteriores transferecias a Panamá.