El seleccionador Gregg Berhalter se disculpó este lunes en nombre del equipo de Estados Unidos por la modificación que hizo su federación de la bandera iraní antes del decisivo partido que les enfrentará en el Mundial, donde estará en juego la clasificación a octavos.
Berhalter ha tratado en los últimos días de rebajar la carga política alrededor de un duelo futbolístico entre dos países que no tienen relaciones diplomáticas desde hace más de 40 años.
El mensaje deportivo del técnico, sin embargo, se vio socavado el fin de semana por la propia Federación de Fútbol estadounidense (US Soccer), que generó una gran polémica al publicar en sus redes sociales una versión de la bandera nacional de Irán a la que le retiró el símbolo de Alá.
Voceros de US Soccer justificaron el gesto como solidaridad con las mujeres que participan desde hace semanas en las insólitas manifestaciones antigubernamentales, desatadas por el fallecimiento de una joven detenida por supuestamente incumplir el estricto código de vestuario para mujeres.
“Los jugadores y el cuerpo técnico no sabían nada de lo que fue publicado”, aseguró Berhalter en la rueda de prensa previa al juego del martes.
“Algunas veces las cosas escapan de nuestro control (…) Lo único que podemos hacer es disculparnos en nombre de los jugadores y el equipo técnico”, afirmó.
La federación iraní enfureció con las publicaciones, que fueron retiradas el domingo por US Soccer, e hizo un reclamo a la FIFA.
La participación iraní en Catar ha estado marcada por el contexto político que vive su país. Sus futbolistas decidieron no cantar el himno en el primer partido en un gesto interpretado como solidaridad con las víctimas de la represión en Irán.
Berhalter hizo equilibrios para defender la posición estadounidense y a la vez centrar la discusión en lo deportivo.
“Por supuesto, nuestros pensamientos están con el pueblo iraní, con todo el país, con todo el equipo, pero nos centramos en este partido”, aseguró.
A Estados Unidos, tercera del Grupo B con 2 puntos, solo le sirve la victoria para avanzar a los octavos en su regreso a una Copa del Mundo tras la dolorosa ausencia de Rusia-2018. A Irán, segunda con 3, le podría bastar con un empate, dependiendo del resultado del otro partido entre Inglaterra y Gales.
“Soy un entrenador de fútbol”
Durante la conferencia de prensa tanto Berhalter como el capitán estadounidense Tyler Adams recibieron numerosas preguntas alrededor de los conflictos entre ambos gobiernos, que rompieron relaciones diplomáticas después de la Revolución Islámica en Irán de 1979.
Ambos fueron interrogados sobre otros asuntos no futbolísticos, desde el racismo en Estados Unidos hasta las restricciones de visado para los iraníes que quieren viajar al país norteamericano.
“Yo no sé suficiente sobre política, soy entrenador de fútbol”, replicó Berhalter a una de las cuestiones.
“Sé que muchas otras partes tienen otro sentimiento hacia el partido, pero para nosotros es un partido de fútbol contra un gran equipo, no mucho más que eso”, sostuvo. “Ambos equipos están desesperados por pasar a la siguiente ronda. Y así es como lo afrontamos”.
Estados Unidos e Irán ya se enfrentaron en un Mundial en 1998, con victoria de los iraníes por 2-1.
Berhalter, que participó en dos Copas del Mundo como jugador (2002 y 2006), cubrió ese partido como comentarista televisivo y dijo que todavía lo guarda fresco en la memoria.
“Aquel partido se me quedó grabado a fuego”, explicó. “Lo que vi desde el pitido inicial fue un equipo que realmente quería ganar el partido y otro que no”.
“Irán quería ganar el partido con todas sus fuerzas. Jugaron muy comprometidos, muy concentrados desde el pitido inicial”, recordó. “Para que podamos ganar el partido de mañana esa va a tener que ser la mentalidad de nuestro grupo… No queremos cometer los errores del pasado”.
Por su lado el seleccionador de Irán, Carlos Queiroz, también desvió preguntas sobre política y desechó las sugerencias de que su equipo pueda utilizar la reciente controversia sobre su bandera como motivación adicional.
“Si después de 42 años en este juego como entrenador, creyera que puedo ganar partidos con esos juegos psicológicos es que no habría aprendido nada sobre el juego”, dijo el veterano entrenador portugués. “No es el caso”.
Queiroz también elogió la actuación estadounidense en Catar. “Jugamos contra un equipo muy, muy bueno, muy bien organizado y con el mismo sueño y el mismo objetivo en mente”, dijo Queiroz. “Espero que mañana mis chicos sean capaces de unir sus mentes, almas, habilidades y ganas de vencer”.
AFP