Ucrania está de luto por el escritor Volodímir Vakulenko, que fue secuestrado durante la ocupación rusa de Izium, en la región de Jarkov, y cuyo cuerpo fue encontrado en una fosa común de la ciudad con dos heridas de bala, según se logró identificar ahora.
Han pasado casi tres meses de la liberación de Izium y sigue revelándose la identidad de los cadáveres ahí localizados. Las redes sociales ucranianas se han inundado de mensajes de condolencia en memoria de Vakulenko, escritor, traductor y poeta, conocido últimamente por sus libros infantiles.
La policía regional de Jarkov confirmó ayer que el cuerpo del escritor fue encontrado en Izium, lo que derrumbó las esperanzas de que pudiera estar preso en Rusia. Según la policía, su cuerpo permaneció insepulto durante un mes cerca de la aldea de Kapitolivka, próxima a Izium, antes de que los soldados rusos ordenaran a los lugareños que lo enterraran, ya el pasado mayo.
Izium se convirtió en el epicentro de intensos combates y bombardeos con el inicio de la invasión. El escritor se negó a huir y se refugió en su casa, donde vivía con su madre y su hijo, que padece autismo. Ayudaba a los voluntarios para la compra de alimentos y otros productos básicos para las tropas ucranianas en la zona.
El escritor documentó los acontecimientos tanto en su página de Facebook, donde la última publicación data del 3 de marzo, como en su diario. Tuvo que esconder el diario en el jardín después de ser detenido el 23 de marzo por primera vez junto a su hijo. Fue liberado varias horas después.
Al día siguiente fue detenido de nuevo y llevado por dos hombres armados en un coche marcado con la letra “Z”, símbolo identificativo de las tropas rusas. Su madre declaró a los medios de comunicación ucranianos que no volvió a saber nada de él después y que las autoridades ocupantes le dijeron que no lo tenían detenido.
Familiares, amigos y periodistas ucranianos investigaron con la esperanza de averiguar qué le había ocurrido. Se creyó que estaba detenido por Rusia e incluso su nombre apareció en la campaña “Sillas vacías” del club PEN Internacional, dedicada a los escritores en cautiverio de todo el mundo.
La directora ucraniana del PEN club, Tetiana Teren, apremia a que se lleve a cabo una investigación exhaustiva de lo ocurrido con el escritor.
“Todos nosotros, el mundo entero, debemos averiguar cómo murió Volodya. Los asesinos deben ser revelados y llevados ante la justicia”, escribió en su página de Facebook.
La amiga del escritor, su colega escritora Victoria Amelina, comentó en Twitter que nunca tuvo muchas esperanzas de que Volodímir pudiera sobrevivir: “Era demasiado brillante y valiente para que los rusos lo perdonaran”, escribió.
Volodímir era “creativo, apasionado y comprometido”, según declaró en una entrevista su ex esposa Iryna Novitska. “Siempre se comunicaba en ucraniano y hacía todo lo posible por promover el arte y la cultura ucranianos”, añadió.
El libro de Vakulenko, “A Daddy’s Book”, está siendo preparado para su segunda edición por la editorial “Staryi Lev”. Sus beneficios se entregarán a los padres y al hijo del escritor asesinado, según explicaron fuentes de la editorial a EFE, que planea sacar el libro en enero.
Su diario, que fue trasladado al Museo Literario de Jarkov, está siendo descifrado tras pasar varios meses bajo tierra. Un pequeño fragmento recuperado termina con sus palabras: “¡Todo va a ser Ucrania! Creo en la victoria!”.
Según relevó el 10 de noviembre la viceministra de Asuntos Internos, Meri Akopyan, siguen sin haberse identificado en Ucrania unos 2.000 cadáveres. Muchos de ellos procedían de fosas comunes descubiertas en Izium y otros territorios que habían sido ocupados temporalmente por Rusia. Sólo en Izium se han exhumado 447 cuerpos.
EFE